Varios países de América Latina, incluido Ecuador, aconsejaron a las mujeres postergar la gestación
El posible nexo entre zika y microcefalia reaviva debate por el aborto en Brasil
El temor de tener en el vientre un hijo con microcefalia (falta de desarrollo del cerebro) causada por el virus zika ha llevado a que en Brasil aumenten los abortos. La práctica es ilegal y se realiza con diferentes riesgos clínicos de acuerdo a la clase social. Mientras esto ocurre aumenta el debate sobre la interrupción de los embarazos entre grupos feministas y los religiosos, como la Iglesia católica.
El acceso a un aborto en Brasil cuesta entre $ 1.500 y $ 4.000, de acuerdo a varios médicos que bajo el anonimato dieron las cifras al diario Folha de Sao Paulo. El temor es la existencia de una ola de abortos sin siquiera tener certezas de que la madre contrajo el zika.
En ese marco, la presidenta Dilma Rousseff pidió en cadena nacional el miércoles en la noche la colaboración de la población para derrotar al mosquito que causa el dengue, la chikunguña y el zika, higienizando los posibles focos.
En los barrios ricos de las principales ciudades, como Sao Paulo y Río de Janeiro, el mensaje no fue escuchado: hubo cacerolazos de protestas, aunque por cuestiones políticas.
El Instituto de Biotécnica Anis, con sede en Brasilia, prepara un pedido ante la máxima corte de Brasil para garantizar la voluntad de la madre en interrumpir el embarazo frente a situaciones como la microcefalia.
En 2012 este mismo grupo consiguió en el Superior Tribunal Federal considerar lícito el aborto en casos de anencefalia. Esta patología afecta los tejidos del cerebro. “Nuestro pedido judicial es de protección de la planificación familiar, de la maternidad y de la infancia. Es necesario garantizar, en régimen de urgencia, protección a las mujeres y a sus hijos con deficiencia. Hablamos sobre la necesidad de un Estado social fuerte, con políticas que garanticen a la mujer y al futuro niño condiciones de vivir una buena vida. A eso llamamos política de inclusión social”, dijo a EL TELÉGRAFO la antropóloga Debora Diniz, de Instituto de Bioétnica Anis.
Uno de los argumentos de los activistas es que el Estado no garantizó a las madres el contagio del zika y por eso no pueden ser penalizadas en caso de que decidan abortar si el feto presenta microcefalia.
Son 3.448 casos de microcefalia en Brasil supuestamente asociados al zika. A partir del 13 de febrero unos 200.000 hombres de las Fuerzas Armadas y de seguridad rastrillarán el país, a pedido de la presidenta, para eliminar focos donde se puede reproducir el mosquito. Por lo pronto, el foco máximo está en el estado de Pernambuco, cuya capital Recife, vive una ola de pánico entre las embarazadas que llegan al hospital Fiocruz.
La posibilidad de aborto, en Brasil, es permitida luego de una violación, cuando corre riesgo la vida de la madre o por anencefalia.
Por eso esta nueva oportunidad de reabrir el debate del aborto encontró la resistencia de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, la máxima jerarquía brasileña de la Iglesia católica. “Merece especial atención -indica un comunicado de la conferencia episcopal brasileña- el virus zika por su probable vinculación con la microcefalia, aunque no se haya probado científicamente”.
A pesar de la situación el clero brasileño indica que no hay razón para entrar en pánico y que la enfermedad no “justifica ni defiende el aborto para los casos de microcefalia como, lamentablemente, proponen determinados grupos que se organizan para llevar la cuestión a la máxima corte, en una total falta de respeto al don de la vida”.
La fumigación del sambódromo de Río de Janeiro como forma de prevención contra el Aedes aegypti fue una muestra de la campaña lanzada por el gobierno contra el avance del virus. El dengue en Brasil es epidémico, como en Paraguay, hace 3 décadas.
En vísperas de carnaval, diversas comparsas convocaron en Recife -epicentro del zika y microcefalia- y en Sao Paulo, el estado más poblado del país, a limpiar recipientes con agua estancada donde se desarrolla y reproduce el mosquito.
En medio del debate, la ONU instó ayer a los países afectados por el virus del zika, probable causante de graves malformaciones congénitas, a poner a disposición de las mujeres métodos anticonceptivos y a autorizar la interrupción de los embarazos.
“¿Cómo pueden esos países pedirles a las mujeres que eviten quedar embarazadas, pero no ofrecerles (...) la posibilidad de impedir los embarazos?”, se preguntó la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, en referencia a legislaciones restrictivas en países de Sudamérica donde el virus del zika se propaga velozmente. El zika se ha extendido por 27 países de América Latina y 6 de Europa. En Ecuador se reportaron 39 casos. Ante la diseminación rápida del virus, la OMS declaró la alerta mundial. (I)
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La leche materna genera anticuerpos
Madres con el virus no deben parar la lactancia
Lo que se sabe del mosquito que contagia el virus del zika aún es limitado, indicó el médico e investigador de la Universidad de las Américas (UDLA), Paúl Cárdenas. Por ello es incierto saber si una madre contagiada le puede transmitir la enfermedad a su hijo por medio de la leche materna.
Cárdenas y otros 4 expertos reunidos en Quito coincidieron en que no se debe interrumpir la lactancia de los recién nacidos. La razón: ese tipo de leche contiene una gran cantidad de anticuerpos vitales para su desarrollo. Incluso, su consumo puede disminuir los riesgos del virus.
La pediatra Carolina Pazmiño señala que cuando una madre amamanta crea anticuerpos diseñados específicamente para proteger contra patógenos. “Uno de los componentes de la leche son los linfocitos, que matan las células infectadas directamente o envían mensajes químicos que movilizan otras partes del sistema inmunológico”.
Cárdenas explica que en adultos y niños nacidos, el zika causa irritaciones en los ojos (conjuntivitis), brote de manchas rojas en cualquier zona del cuerpo, fiebre, dolor en las articulaciones y malestar. “Aparentemente los 3 primeros meses de gestación es el momento más susceptible para que se produzcan malformaciones en el embrión y esto es un patrón que se repite con la mayoría de las infecciones”. (I)
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Manabí reporta 13 infectados
Centros de Manta dan seguimiento a embarazadas
Geoconda Salvatierra está lista para enfrentar el zika. Cuenta que procura limpiar los lugares donde se puede reproducir el virus en el hogar. Ella vive en la parroquia Andrés de Vera, en Portoviejo. En la capital manabita se registraron 13 casos del virus, según reportes de las autoridades de salud.
Manabí es la provincia más afectada. Geoconda y su familia fueron capacitadas para contrarrestar los riesgos del mosquito vector.
Carminia Pinoargote, coordinadora zonal de Salud, indicó que 6 de los casos de zika fueron confirmados en los laboratorios y 7 por nexos epidemiológicos.
La mayoría se concentra en la parroquia 18 de Octubre. “También hemos tenido reportes de un paciente en Picoazá y otro en la parroquia Andrés de Vera”. Los afectados son adultos jóvenes; no hay embarazadas.
La funcionaria explicó que el Ministerio de Salud Pública (MSP) garantiza todas las actividades de control vectorial y que ahora se las fortalece. Más de 15.000 casas fueron fumigadas y 278 miembros de las Fuerzas Armadas apoyan esta labor.
En Manta se desinfectaron los lugares turísticos, como hoteles y restaurantes, previo al feriado de carnaval. “Hay la disposición estricta de la ministra de hacerles un seguimiento a las embarazadas en el primer trimestre que presenten fiebre u otro malestar asociado al zika”, agregó Pinoargote. (I)