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Entrevista / wilmer santacruz / coordinador nacional de la red de maestros y maestras por la revolución educativa

“El paro y el insulto quedaron atrás, nuestra metodología será el diálogo” (Video)

Foto:  Fernando Sandoval / El Telégrafo.
Foto: Fernando Sandoval / El Telégrafo.
11 de febrero de 2015 - 00:00 - Redacción Sociedad

Está convencido de que la docencia es su vocación. Por eso a Wilmer Santacruz, coordinador nacional de la Red de Maestros y Maestras por la Revolución Educativa, no le importó dar clases en los lugares más recónditos de Imbabura en sus primeros años de servicio, cuando tenía que caminar hasta 8 horas para llegar a la escuela. “Siempre voy a estar donde pueda servir a la educación de mi país”, es su lema.

Esa predisposición la mantiene hasta hoy. Siempre está abierto al diálogo y más cuando se trata de hablar de la agremiación que la ideó hace 6 años y la consolidó legalmente el último sábado en Quito.

Tiene 25 años en el magisterio y 21 más de vida. Dice que presenció los palanqueos, la corrupción de algunos docentes y denigración del profesor fiscal.

Eso lo obligó a migrar hacia Bélgica e Italia en busca de mejores días para su familia. Ese periplo no fue lo esperado y tras 9 meses volvió a su patria. Retornó a ser docente y posteriormente director de instituciones educativas.

Desde 2012 preside la Unidad Educativa del Milenio Sumak Yachana Huasi en Cotacachi, a la que considera la mejor de todas porque reúne a 12 comunidades indígenas con 970 estudiantes.

Confiesa que los docentes se acercaron más a él tras su intervención para definir el control del Fondo de Cesantía del Magisterio Ecuatoriano (FCME) en la Asamblea Nacional. “Más que el hecho en sí, lo que  les agradó a los colegas es la frontalidad con la que se les habló pidiendo cuentas claras”.  Actualmente la Red planea formalizar una veeduría que investigue las inversiones del FCME.

VIDEO

¿Cómo entender el nacimiento de la Red de Maestros?

Se crea en Imbabura como un deseo de formar una verdadera organización que cobije y defienda los derechos de los maestros, que estaban desprotegidos porque la agremiación que había en ese entonces nunca se ocupó verdaderamente de nosotros. Muchos decían aunque sea hazte maestro, cuando esta es una de las más sublimes vocaciones porque en nuestras manos está la posibilidad de moldear a niños y jóvenes.

¿Cómo califica el apoyo que les dio el presidente Correa?

Para nosotros es un gusto que él haya asistido al nacimiento de la red, porque ningún gobierno se ha preocupado de la educación. Tenemos claro que la responsabilidad y el trabajo comienzan ahora y lo haremos con humildad y transparencia, porque, además, la presencia de un gran número de docentes es la demostración de confianza que no se gana con un evento, sino trabajando y con resultados.

¿Ha utilizado la institución  educativa que dirige para promover la Red de Maestros?

Para nada, incluso tuve que pedir vacaciones para organizar todo lo concerniente a lo que fue la asamblea nacional de la agremiación. Nunca he mencionado las actividades de la red a través de la institución. Únicamente se informó que había esta asamblea y se convocó a los docentes que deseaban asistir a Quito. Nada fue obligatorio, ni por un sánduche, ni por nada. Fue porque los docentes se sienten identificados.

¿Cuáles serán las exigencias de la red al Ministerio de Educación?

Además de la recategorización, hablamos sobre el pago de un bono de eficiencia a los docentes mejor puntuados en el examen del Ineval, que se dio en diciembre. También, se pide que paulatinamente desaparezcan los contratos, porque hay maestros que perciben $ 500 cuando cumplen la misma función en horas que el que tiene nombramiento. La idea es que se entreguen nombramientos provisionales y en 2 años se completen los procesos para que ese docente tenga nombramiento definitivo.

Esperamos que haya una revalorización económica en cada categoría y que se revise a los docentes bachilleres que están en las categorías más bajas, como la J, I y H. Muchos de ellos ya tienen su título de tercer nivel, pero siguen ubicados en esta categoría. Lo que se quiere es que a ellos se los iguale y de una sola pasen a la categoría G con un ingreso de $ 817.

¿Están aportando a la adecuación del nuevo currículo de estudios?

Sí, sobre todo en la educación técnica donde buscamos las formas de repotenciar este tipo de enseñanza y, especialmente, dar las bases para que los bachilleres que salgan puedan trabajar en su propio taller acreditado.

¿Qué método de presión utilizarán cuando el Ministerio no acepte sus demandas?

Siempre iremos al debate de ideas, cuando no tengamos coincidencias buscaremos cualquier estrategia de comunicación, pero siempre será mediante el diálogo para encontrar las mejores alternativas. Es lo único que podemos hacer. El paro, o el insulto, ya quedaron atrás porque la imagen de un maestro que tira piedras no corresponde.

¿Cuestionarán las decisiones gubernamentales en educación?

No estamos para decir sí ministerio, ni sí gobierno a todo. Valoramos lo que se ha hecho en todo aspecto, pero en cosas que tengamos que decirles que están mal, lo haremos. Vivimos en un país democrático y les diremos los errores como ellos lo harán con nosotros cuando nos equivoquemos. Esto será una estrategia para caminar y ceder juntos.    

¿Cómo era la dinámica anterior en cuanto a los derechos de los docentes y cómo será la nueva?

Queremos que se respeten los derechos de los maestros y se atiendan las necesidades de los compañeros, además de garantizar una calidad de educación. En ese aspecto, el Ministerio tiene los objetivos claros en eso y queremos apoyar eso. El Ministro Augusto Espinosa nos abrió las puertas y nos apoyó, tuvimos un almuerzo y le invitamos a un almuerzo.

Me preguntó que pasó con la educación antes. Porque antes no había calidad en la educación y la imagen del docente estaba por los suelos. Algunos llegaban al punto de pensar que ser profesor era una profesión más, siendo una vocación y responsabilidad que tenemos con los niños y jóvenes, porque en nuestra manos está moldear la sociedad. A tal punto nos llevaron al desprestigio que había maestros que iban a trabajar en las aulas solo porque era un sueldo seguro, pero querían salir, volar y coger su taxi o hacer otra actividad. Era un desastre la educación y ¿dónde estaba ese gremio que representaba a los maestros?

¿Cómo califica entonces ahora la Revolución Educativa que vive Ecuador?

Sobre la revolución educativa puedo decir que Ecuador ya necesitaba que se cambien las estructuras de un sistema, había un gremio que manipulaba el docente sin hacer nada por los estudiantes.

En ese sentido veíamos como la educación iba cambiando y nosotros también debíamos cambiar. Es importante entonces la aparición de un nuevo modelo de gestión educativa que divide el país en zonas, distritos y circuitos. Fue así que tomamos nosotros esa nueva división territorial para el nuevo modelo de gestión.

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