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El Papa ataca a los “traidores” que están en la Curia Romana
El papa Francisco atacó a “los traidores” dentro de la Curia Romana, su “desequilibrada lógica de las intrigas” y su “ambición y vanagloria”, en una reprimenda en su discurso de Navidad.
“Hacer las reformas en Roma es como limpiar la Esfinge de Egipto con un cepillo de dientes”, reconoció el Papa argentino al citar “una expresión”, del francés Xavier De Merode.
Francisco reconoció las dificultades que ha encontrado para reformar el gobierno de la institución ante los cardenales, obispos y funcionarios de la Santa Sede.
“La Curia es una institución antigua, compleja, venerable, compuesta de hombres que provienen de distintas culturas, lenguas y construcciones mentales. Cuánta paciencia, dedicación y delicadeza se necesitan para alcanzar ese objetivo” el de las reformas, clamó Francisco, que fue elegido tras la renuncia de Benedicto XVI, agobiado por ataques y escándalos sexuales y financieros.
Francisco no escatimó críticas a los enemigos de sus reformas, entre ellos los sectores conservadores, liderados por el cardenal alemán Gerhard Müller, exguardián del dogma, sustituido en julio de su cargo como prefecto de la Doctrina de la Fe.
“Permitidme que diga dos palabras sobre otro peligro, que es el de los traidores de la confianza. Han sido seleccionados con cuidado para dar mayor vigor al cuerpo y a la reforma, pero se dejan corromper por la ambición”.
“Y cuando son apartados se autodeclaran equivocadamente mártires del sistema, del ‘Papa desinformado’, de la ‘vieja guardia’..., en vez de entonar el ‘mea culpa’”, añadió en una clara alusión a Müller.
No se trata de la primera reprimenda que hace al gobierno de la iglesia. En 2013, no ahorró críticas y enumeró “las quince enfermedades” que afectan a la institución, entre ellas, la rivalidad, la doble vida, la hipocresía, estar al servicio del poder y buscar beneficios mundanos. (I)