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Entrevista / hernán astudillo / REPRESENTANTE DEL CONSEJO DE MOVILIDAD HUMANA
El padre hippie impulsa los 'consulados móviles'
El presidente de la República, Rafael Correa, mediante el Decreto Ejecutivo 967, designó a los nuevos representantes de los Consejos Nacionales para la Igualdad.
La asignación se llevó a cabo el pasado 17 de marzo. El Jefe de la Nación delegó los representantes del Consejo Intergeneracional, el de Pueblos y Nacionalidades, el de las Discapacidades y el de Movilidad Humana. En este último fue delegado el padre Hernán Astudillo. Esta nueva función será desempeñada desde Toronto (Canadá), lugar donde radica hace más de 10 años.
El sacerdote se encuentra en el país, pero retornará a Canadá el próximo 28 de abril. Mientras tanto, el ‘padre hippie’ (como le conocen en la frontera) cumple las respectivas diligencias para ejecutar acciones que le ayuden a coordinar apoyo a los migrantes ecuatorianos en el norte del continente.
¿De qué forma usted impulsaría los procesos para la legalización de los migrantes ecuatorianos?
Tenemos que romper los espacios burocráticos. Yo, personalmente, no creo en la burocracia. Creo que hay que estar compartiendo en una praxis cotidiana con la comunidad. Me gustaría, por ejemplo, crear un consulado móvil. A veces las atenciones son tediosas. Hay que recordarles a los cónsules que también son migrantes. Aun viviendo dentro de sus propios espacios tienen que aprender a vivir, a saborear, a sentir la experiencia de un migrante para que haya un acompañamiento.
Usted habla de que los funcionarios de consulados deberían vivir de cerca la realidad de los migrantes para ayudarles con los trámites ¿De qué forma ha compartido con los migrantes?
Siempre que llego a Arriaga (sudoeste del estado de Chiapas, en México), un sacerdote me pide apoyo económico para comprar arroz, frijoles y sal. Le pregunté para qué la sal y me explicó que cada 10 días por esa zona llegan alrededor de 1.800 migrantes. Llegan con los pies llenos de ampollas. Ahí hay unas bateas grandes de agua y les ponen sal y ponen sus pies para refrescarlos. Luego comen y continúan rumbo al norte, guiados por los coyotes. Esas son cosas que deben conocer para entender la realidad de nuestros migrantes.
¿Cuáles son los proyectos que impulsará como representante del Consejo de Movilidad Humana?
Me gustaría crear espacios en donde se haga reflexiones sobre la movilidad humana. En Toronto estamos aproximadamente 20 mil migrantes. A los hispanos nos llaman ‘la minoría en crecimiento’. En Canadá hay alrededor de un millón de hispanos. En Estados Unidos hay unos 30 millones de hispanos; 1,5 millones de ellos son ecuatorianos. En Europa, cerca de 500 mil residentes fueron allá después del feriado bancario.
¿Qué experiencia le quedó como asambleísta por la comunidad migrante de Estados Unidos y Canadá?
Fue una labor muy enriquecedora. Cada vez que vengo a visitar a la Asamblea Nacional voy fortalecido. Hace poco hablaban de la importancia de generar consejos sobre el no uso del mercurio y de varios minerales para no contaminar la pachamama (madre tierra). Me conecté con la reflexión del G20 que por primera vez pensaron en el cuidado de la tierra y después me puse a pensar en la encíclica del ‘Taita Panchito’ (papa Francisco). Qué bueno que en nuestro país se den estos conceptos para seguir generando opinión.
¿Cuál es el problema que más le preocupa sobre los migrantes guiados por los ‘coyotes’?
Me preocupan los niños. Hace 2 años que estuve en México decidí recorrer la ruta Toronto (Canadá), McAllen (Texas-Estados Unidos), Monterrey y Ciudad Juárez (México). En esta ruta han pasado alrededor de 200 mil niños que tienen la ilusión de volver a ver a su familia. En estos lugares varios niños quedan abandonados.
Hay casos de niños ecuatorianos...
Sí. Ese fue el caso de Joselin Nohemí. Fue detenida por las autoridades, la sometieron a interrogatorios como que fuera una delincuente. Días después apareció muerta. A mí me parece precioso que la Cancillería ecuatoriana haya gritado junto a esa niña. Todos tenemos que unirnos a las voces de aquellas criaturas. No podemos continuar en silencio. Los gobiernos siguen cometiendo el pecado de omisión y el hecho de que la Cancillería y los medios alternativos abran la boca es una luz de esperanza para nosotros.
Usted tiene a cargo una ayuda humanitaria denominada la ‘Caravana de la Esperanza’, que la organiza para llegar a poblaciones en la frontera con Estados Unidos. Con las nuevas funciones que va a cumplir ¿va a dejar de lado esta caravana?
Yo voy a seguir dando apoyo a los inmigrantes que necesitan. Manejo una caravana con un grupo de 40 compañeros canadienses voluntarios. La caravana es de ambulancias o buses escolares llenos de útiles escolares o medicamentos. Y me cruzo 5 días por Estados Unidos, 5 días por México, 2 días por Guatemala y finalmente llego a El Salvador.
¿Cuándo sale la siguiente caravana?
En agosto próximo tenemos previsto llegar con 7 ambulancias, desde Toronto hasta El Salvador. En ese proyecto yo conozco la realidad de mis hermanos migrantes que suben del sur y centro, rumbo a los Estados Unidos. Los migrantes tenemos un viacrucis. En México hay órdenes religiosas que están haciendo un trabajo impresionante. Incluso hay pastores y ONG que hacen este tipo de trabajo. (I)