La baja población del oso andino o de anteojos (2.000 individuos ) lo convierte en una especie en peligro de extinción.

Los monitoreos constantes, para salvaguardar su existencia, revelan que su presencia está reducida a únicamente Pichincha e Imbabura. Es una de las 8 especies de osos que aún existen sobre el planeta.

Precisamente, estos detalles se abordarán en la XXV Conferencia Internacional de la especie que se desarrollará en Quito, del 12 al 15 de noviembre.

El evento lo promueve la Secretaría del Ambiente del Municipio de Quito. Su titular, Verónica Arias, explicó que la principal amenaza es la reducción del hábitat por un uso desordenado del suelo.

Otro problema es la práctica agropecuaria extensiva que deriva en conflictos entre humanos y úrsidos (mamíferos carnívoros que también comen frutos, raíces e insectos). Han llegado, incluso, a cazarlos.

En el Distrito se han observado, al menos, 50 ejemplares, por lo que se estableció un Programa de Conservación.

El certamen por primera ocasión  se efectuará en Sudamérica y el tema fundamental será la situación del animal, el cual es endémico de los Andes en Ecuador, Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, Argentina y Bolivia. También se abordarán aspectos de la situación del resto de las siete variedades de osos del mundo.

El andino es el único oso úrsido adaptado al régimen vegetariano y plantígrado, cuyo hábitat en el noroccidente de Pichincha comprende una extensión cercana a 65.000 ha, que abarca territorios de seis parroquias involucradas en su cuidado: Nono, Calacalí, Nanegal, Nanegalito, Pacto y Gualea, donde se constituye el Corredor ecológico de este ejemplar, cuya expectativa de vida es 25 años.

Sin embargo es uno de los mamíferos más perseguidos, sobre todo por su carne, por los usos de su grasa y el valor comercial de su piel.

“Para algunos pobladores es una amenaza porque destruye plantaciones de maíz o porque da muerte a animales domésticos”, comenta la bióloga Rebeca Justicia.

 La especialista, que es parte de la Reserva privada Maquipucuna en el noroccidente de Pichincha, comentó que en este espacio ecológico existen 1.000 ha de bosque donde predominan especies de un solo género de vegetación particular de la nectandra (aguacate silvestre pequeño), de la cual se alimentan por temporadas.

Estos aguacatillos que no sobrepasan los 2 cm se convierten en el atractivo fundamental del lugar. El animal llega en cierta época del año. “Hay miles de árboles. Los osos, olvidándose de que son solitarios, llegan por docenas.  Se puede encontrar en un solo día hasta 10 que se alimentan en las diferentes partes”.

Este espectáculo único es estacional y su duración depende del número que llegue al sitio.

“No hay ningún otro lugar en los Andes donde se pueda observar en tal magnitud. Puede durar cuatro semanas y extenderse hasta tres meses. El resto del año migra altitudicionalmente en busca de comida. Maquipucuna es muy importante porque llega dos o tres veces al año, pero el resto del tiempo requiere de todo el corredor”.

La presencia del oso, que buscará alimento en este año, está prevista para los 2 últimos meses  de 2017. “Todo dependerá de la lluvia, la  temperatura y la influencia del cambio climático. Generalmente están entre julio y febrero”.

Cotacachi preserva la especie

El Municipio de Cotacachi (Imbabura) impulsa un proyecto de protección de los bosques y del oso andino en la Cordillera del Toisán, que es un espacio megadiverso donde es posible encontrar también al mamífero cabeza de mate (perro de monte) y al puma.

Las cámaras trampa, en 3 meses de monitoreo, permitieron observar la presencia de 15 ejemplares: jóvenes y adultos, en buen estado de salud.

“El estudio ratificó que la especie está en el bosque y requiere una zona de protección para continuar existiendo”, dijo Cristian Paz, director de ambiente del Ayuntamiento.

Según el funcionario, el objetivo es establecer un área de conservación y uso sustentable (ACUS) Íntag-Toisán, donde pueda desarrollarse el oso andino y también otras especies animales y vegetales.

Además se prevé un nuevo estudio en el sector sur de la ciudad para determinar en qué otras partes se mueve el oso y en qué condiciones se encuentran ahí.

La extensión estimada del ACUS es de 120.000 ha, pero 80.000 ha están concesionadas a las empresas mineras transnacionales que explotan sobre todo cobre.

“La entrega de concesiones mineras pone en riesgo el hábitat del oso y de la supervivencia de varias comunidades, por lo que esperamos que las autoridades tomen cartas en ese aspecto”, reiteró Paz. (I) 

Datos

En Quito, a propósito de la XXV Conferencia Internacional de osos, se desarrolla una exposición de pintura y fotografía de esta especie en el sector de la plaza Foch.

Las ocho especies de osos que existen en el mundo, hasta el momento son: pardo, malaya, oso negro asiático, negro americano, panda, polar, bezudo y el único en Sudamérica, el oso andino.

El tamaño del oso andino en promedio es de 230 cm desde su nariz hasta la cola y pesa hasta 200 kg el macho y la hembra 90 kg. Su período de gestación es de aproximadamente ocho meses.

Es un animal omnívoro; come de todo, entre plantas, hierbas y obtiene la proteína animal de lombrices, insectos, larvas y huevos; en ocasiones caza roedores, aves, conejos y venados. (I).