La unesco entregó un reconocimiento a ecuador por su programa de alfabetización
El nuevo reto del país en educación será la post-alfabetización
En el aula de uno de los Centros de Desarrollo Comunitario, ubicado en el barrio La Roldós, Narcisa Padilla enseña a leer y escribir a más de 15 personas que por una u otra razón no asistieron a la escuela cuando eran pequeñas.
Adultos, ancianos y jóvenes se ubican en cada una de las 6 mesas de colores. Miran a Narcisa muy atentos porque la clase pondrá a prueba su escritura y comprensión.
“Vamos a aprender cómo elaborar una carta. Empezamos con la fecha, el destinatario y el mensaje”, explica la ‘profe’, mientras todos sacan sus cuadernos, un borrador y un lápiz. Se esmeran por tener una linda caligrafía, eso lo demuestran mientras Narcisa visita cada puesto para verificar que las frases estén bien escritas.
A esta labor le dedica varias horas al día con mucha paciencia, para que todos salgan airosos de esta valiente travesía. Es que muchos no se atreverían a estudiar a esta edad, reconoce Carmelita, una de las alumnas. Ella, por ejemplo, saca fuerza de su interior y expone sus ganas de superarse. “Nunca es tarde para aprender”, dice un letrero junto al pizarrón, que roba la mirada de todos en el aula.
Desde 2011 el Ministerio de Educación impulsa el programa EBJA (Educación Básica para Jóvenes y Adultos). Inició con 3 proyectos concretos para alfabetizar: ‘Yo sí puedo’, ‘Manuela Sáenz’ y ‘Dolores Cacuango’.Por ejemplo, el último programa alfabetizó a más de 2.000 personas en lengua materna de nacionalidades y pueblos indígenas (6 nacionalidades en 19 provincias). Mientras que el programa Manuela Sáenz estuvo dirigido a poblaciones con discapacidad y a las personas privadas de la libertad en más de 10 provincias de todo el país.
Los datos del Censo de 2010 evidenciaron que Ecuador debía alfabetizar a 278.742 personas; sin embargo, el país superó la meta y ahora hay 324.894 alfabetizados. El reto será continuar con la post-alfabetización. “La idea es sostener y evitar que retrocedamos. Tenemos aún un programa de educación de adultos EBJA (...) Lo interesante y en una evaluación posterior sería revisar cómo cambió la calidad de vida de los participantes después de la alfabetización”, aseguró el ministro de Educación, Augusto Espinosa.
La profesora Rosa Alvarado dice que alfabetizar ha sido una experiencia única para gente que “tiene deseos de superarse”. Si hay algo que le queda grabado en su memoria es recordar la graduación de un alumno de 68 años, cuando lo vio orgulloso levantando su diploma.