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El modelo tradicional de familia ha cambiado en la sociedad
Hablar de familia es evocar mentalmente y de forma automática a la estructura tradicional o nuclear compuesta por papá, mamá e hijos.
Sin embargo, según sociólogos y sicólogos, las relaciones personales, el desarrollo y los nuevos roles que asumen las mujeres establecieron distintas formas de familia.
Graciela Castelo, directora del Centro Integral de la Familia en Quito, considera que sería contraproducente pensar en que la familia “ideal” es la única que existe. “La diversidad es la característica de estas nuevas modalidades de hogares que siguen siendo familias y así se les debe reconocer”.
En la actualidad -añade- es común observar prevalencia de familias monoparentales (solo uno de los padres se hace cargo de la crianza de los hijos) en las parejas jóvenes.
Esto va relacionado directamente con las cifras de divorcio que existen en el país. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la tasa de separación, en el 2015, llegaba a 15,78%.
Castelo indica que pese a los avances sociales aún existe mucha influencia religiosa, la cual impide a las personas reconocer abiertamente los otros tipos.
Para ella, hoy existe una gran cantidad de núcleos reconstituidos, es decir, aquellos que se forman con parejas separadas, con los hijos de cada uno y los que llegan a tener en común.
“Hay que ayudar a definir bien los roles y aclarar que hay una nueva pareja que no es el papá, ni la mamá biológica”.
Los cambios
Otro tipo es la que Adriana, de 40 años, tiene con sus dos hijas. Hace una década ella perdió a su esposo por lo que decidió vivir con su madre, quien cuida de sus pequeñas mientras trabaja.
Juntas han conformado un nuevo tipo de hogar “ampliado”, porque involucra a otro miembro, como la abuela.
“Las circunstancias de la vida me pusieron en esta situación y me siento feliz, pues somos una familia como cualquier otra. Trato de inculcarles lo mejor, pero a veces siento que les falta una figura paterna”, comenta Adriana.
Para la terapeuta Marcela Tello es vital mantener una figura positiva del progenitor ausente; para así estructurar un buen concepto.
“En cualquier tipo de familia es necesaria la existencia de una imagen masculina y femenina. Al faltar los padres, la pueden ejercer los padrinos, hermanos y tíos. Pero es indispensable, porque en la vida existen hombres y mujeres”.
De acuerdo con Tello, los hijos deben conservar el vínculo con los progenitores, aunque estos se encuentren distanciados o divorciados. Cuando uno de los padres decide tener una nueva pareja, no debe responsabilizársela de las funciones y obligaciones que tenía el padre o madre biológico. “Eso crea confusión en el hijo”.
Una decisión
Las parejas que deciden no tener niños, a veces por problemas físicos o por un mutuo acuerdo, constituyen otro modelo.
También, en diversos países, existe aquella formada por dos personas del mismo sexo.
“Es indudable que la globalización ha cambiado totalmente la forma de ver la sociedad y la relación familiar. Las mujeres ya tienen más conocimientos y formación académica, por lo que no se conforman como antes. Tranquilamente asumen el rol de proveedoras que antes era exclusivo de los hombres”, indica el terapeuta Édgar Reyna.
Según la socióloga Natalia Sierra, en una entrevista anterior, los roles que asume hoy la mujer modificaron la estructura desde hace algunos años. Hasta el 2015, según el INEC, existían alrededor de un millón de mujeres que eran jefas del hogar. (I).
La unión es la clave para una mejor educación
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) resaltó en el Día Internacional de la Familia (15 de mayo) el rol de estos núcleos y las políticas que requieren para fortalecerla.
Para la ONU su papel es fundamental en la educación y el bienestar de sus miembros, en particular, en la formación infantil y continua del colectivo etario, en todas sus edades.
El ente internacional también resaltó la importancia de los miembros que se dedican al cuidado de los otros (padres, abuelos, hermanos y más). Y se focaliza en las buenas prácticas dirigidas a conciliar la vida familiar y laboral. Cree necesario ayudar a los progenitores en su papel de educadores y cuidadores.
Asimismo, resalta las buenas prácticas del sector privado que apoya a madres y padres trabajadores, así como a los jóvenes y las personas mayores, en sus lugares de trabajo.
La celebración de la ONU también tuvo por objetivo fomentar el debate acerca de la importancia de los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida saludables, los derechos humanos, la igualdad entre los géneros, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sustentable y amigable con el medioambiente. (I).