El 'Mariuxi' graduó a sus últimas alumnas tras 106 años de apertura
El rostro de Danna Santos rebosó de alegría. Su expresión se repitió en sus 24 compañeras de la Unidad Educativa María Auxiliadora cuando todas recibieron el título de bachiller con mención en Ciencias, durante una ceremonia realizada en las instalaciones del plantel, ubicado en Guayaquil.
Padres y profesores también lucían felices y orgullosos, el pasado martes, por el logro de las 25 alumnas. Pero en aquella área decorada impecablemente con flores blancas y coloridas telas para la ocasión, también hubo sentimientos de tristeza, porque esta promoción, la número 68, fue la última que graduó el emblemático ‘Mariuxi’.
Después de 106 años de funcionamiento, el plantel cerró definitivamente sus puertas debido a la dificultad para sostenerlo, ante la disminución significativa del número de estudiantes, según Beatriz Navarro, inspectora de las salesianas del Ecuador.
El anuncio formal del cierre del colegio se difundió el 30 de septiembre de 2016. La noticia movilizó a los padres de familia y alumnos que realizaron por redes sociales campañas para tratar de frenar la acción. Sin embargo, los esfuerzos fueron vanos.
Los padres atribuyen la causa del cierre del establecimiento educativo a su traslado desde las calles P. Ycaza y Alfredo Baquerizo Moreno, en el centro de la urbe, a la nueva sede en el km 19,5 de la vía a la Costa.
También consideran que faltó una estrategia de publicidad para informar ese cambio de dirección y ofrecer promociones, con el propósito de mantener a los alumnos que ya estaban registrados y captar nuevos estudiantes.
En los últimos años la población estudiantil disminuyó notablemente. “Hay 273 estudiantes. Antes (en el edificio antiguo) había más de 800”, comentó Navarro a los pocos días del anuncio oficial del cierre de la institución.
Danna estuvo en el ‘Mariuxi’ desde quinto grado (hoy sexto de básica). Esas aulas del ruidoso centro y de la apacible vía a la Costa, fueron testigos de su crecimiento como ser humano y estudiante, y de las alegrías y tristezas que compartió con sus amigas que también se despiden de su querido colegio.
Su madre, Vanessa Baquerizo, recuerda que cuando recibieron la noticia del cierre les afectó “muchísimo” y considera que el cambio a las nuevas instalaciones perjudicó al plantel, que cada vez contaba con menos alumnas, pese a las campañas que en el último año realizaron para intentar rever la situación.
“Mi hija se va dolida, aunque quedan sus grandes amigas, no van a tener dónde regresar cuando haya una misa de exalumnas”, señala la progenitora de la joven que estudiará Periodismo Deportivo.
En tanto, a los padres de Camila Sotomayor, vicepresidenta del cesado Consejo Estudiantil del María Auxiliadora, les tocó buscar nuevo colegio para que la joven culmine su tercer y último año de bachillerato. “Voy al Santiago Mayor con 15 compañeros de mi curso”, adelanta la joven con resignación.
“Al comienzo me dolió muchísimo la noticia. Fui una de las más impactadas porque estuve desde primero de básica y era tanto el sentido de pertenencia que tenía por mi colegio. Lloré casi medio año escolar, pero ya me resigné. Esto era algo que estaba escrito”.
Su sueño y el de sus compañeras de curso fue graduarse en el ‘Mariuxi’. Su hermana lo había hecho seis años antes y también dos de sus primas. “Pero no se pudo por más que quisimos ayudar”.
Camila administraba la cuenta de Facebook del colegio y con sus amigas de curso trató de llamar la atención de la ciudadanía para que la institución sea más conocida por las nuevas generaciones.
En la ceremonia del martes también se graduó Matilde Barcos. Para su madre, Luz María Espinoza, fue un momento de mucha alegría, pero también de tribulación porque su hija menor, Clara Barcos, no podrá investirse de bachiller del ‘Mariuxi’.
Ella irá a décimo de básica en el colegio Santo Domingo de Guzmán junto a otras cuatro compañeras de un total de 19 que había en Noveno de básica en el María Auxiliadora. “Conozco que la mayoría de alumnos irá al Santiago Mayor. Otros al SEK, a La Asunción y Espíritu Santo”, comenta Luz.
Conocer que el plantel ya no funcionaría más afectó a sus dos hijas, pero mucho más a Clara, quien ahora lo toma con calma.
Este Diario, con el objetivo de conocer la situación de los trabajadores del plantel, buscó la versión de la directora del colegio particular María Auxiliadora, sor Lucía Maldonado, pero ella indicó que no tenía autorización para pronunciarse sobre el tema. (I)
Su historia
La Unidad Educativa María Auxiliadora fue fundada hace 106 años por la congregación de religiosas salesianas, nacida del corazón de San Juan Bosco.
Hasta 2003 la institución funcionó en las calles P. Ycaza y Alfredo Baquerizo Moreno, y de allí se mudó a una nueva sede en el km 19,5 vía a la Costa, donde asisten alumnos desde educación inicial hasta bachillerato.
En años anteriores también se cerró el colegio María Auxiliadora de Chunchi, San José de la Beneficencia en Guayaquil, la Misión de Bomboíza en el Oriente y otras congregaciones. (I)