El ibuprofeno tiene más de medio siglo en las farmacias
Pasadas cinco décadas de su síntesis química, el ibuprofeno constituye uno de los medicamentos de primera elección en el tratamiento de las artritis reumatoidea, osteoporosis y dolores comunes por su eficacia como analgésico y antiinflamatorio.
Desarrollado en 1961 por un equipo de investigadores en Nottingham, liderado por el farmacéutico Boots Sewards, pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) que encabeza el ácido acetilsalicílico, la conocida aspirina.
Tras su salida al mercado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó su incorporación a la lista de medicamentos esenciales de cada país.
En el transcurso de los años, su utilización se extendió más allá de los centros asistenciales y farmacias y su adquisición dejó de tener la obligatoriedad de la receta médica en algunas naciones, sobre todo del mundo desarrollado.
Cifras de instituciones sanitarias globales estiman que millones de personas consumen a diario el fármaco sin tener en cuenta que una de sus agravantes es su uso prolongado: los AINE presentan eficacia como analgésicos, antiinflamatorios y antipiréticos, lo que se conoce en farmacia como las tres A, pero en dependencia de la ubicación de su grupo carboxilo, que aporta acidez a la molécula, esas acciones están más potenciadas en unos con relación a otros.
En la actualidad el ibuprofeno se encuentra siempre en el botiquín de cualquier persona, incluso desplazó el lugar privilegiado que ocupaba la aspirina, coinciden algunos expertos.