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Las dolencias digestivas son comunes en mujeres

“El estrés nos enferma corporalmente”

“El estrés nos enferma corporalmente”
16 de junio de 2014 - 00:00 - Redacción Sociedad

Las semanas laborales para Cristian Mendieta transcurren entre ingresar a trabajar a las 21:00 y salir a las 08:00. Hace un mes que ingresó al Puerto, no duerme bien y su alimentación no es la mejor, admite.

Hay días en que no almuerza y en otros lo hace de forma acelerada para cumplir con las tareas que su jefa le delega en el bar.

Este joven de 28 años cuenta que el estilo de vida agitado que mantiene le ha provocado malestar en el estómago, dolor abdominal y, recientemente, colon estresado, conocido también como síndrome del intestino irritable (SII).

La afección es una de las más comunes que se atiende a diario en el Hospital Guayaquil por causa del estrés, asegura el gastroenterólogo Guillermo Navarro.

Explica que el trastorno funcional digestivo se manifiesta con períodos de diarreas o estreñimiento, dolores al costado izquierdo del estómago, y es más frecuente en el sexo femenino.

“Entre el 70% y 80% de los casos -mayores de 30 años y 55 años- llegan con problemas gastrointestinales funcionales”, indica.

En México, un estudio reveló que las personas que mantienen períodos de estrés y consumen alimentos ricos en grasas pueden desarrollar el SII. Mientras que en el mundo afecta entre el 5% y 20% de la población general y es considerada la causa más frecuente de consulta al gastroenterólogo.

Navarro asegura que actualmente las patologías que están relacionadas con la parte gastrointestinal son consideradas como enfermedades funcionales.

¿Cómo las identifican? Navarro explica que se realiza un interrogatorio a los pacientes sobre la vida que llevan a nivel laboral, familiar y estudiantil. Aclara que esto se hace luego de descartar mediante exámenes que las sintomatologías que se presentan no tengan una causa orgánica o una lesión directa sobre la mucosa gástrica.

“Uno de los síntomas clásicos que tienen los pacientes son las dispepsias, el dolor en la boca del estómago y la distensión abdominal, como distress postprandial, que es hinchazón o sensación de llenura. Aquí se ha detectado que los pacientes, la mayoría, tienen una alimentación desordenada, comen en deshoras y la calidad de alimentos es inadecuada”, dice Navarro.

El sicólogo clínico Víctor Vintimilla asegura que los pensamientos negativos influyen de manera directa sobre los comportamientos mentales, dichas formas de reacción se llaman estrés.

“Este actúa a nivel corporal, emocional e intelectual, por esto cualquier situación adversa o episodios de estrés en la vida nos enferma corporalmente”, indica Vintimilla, quien aconseja que las situaciones de tensión hay que tomarlas con calma y paciencia.

Según el endocrinólogo y presidente del Colegio de Médicos del Guayas, Francisco Vera, el estrés acelera el peristaltismo intestinal, movimiento normal de los intestinos que se da durante las 24 horas. Esto produce diarreas en pequeña intensidad de 3 a 4 veces en el día, lo que da inestabilidad al paciente.

Asegura que el 15% de las consultas son por molestias de este tipo. “En los jóvenes el estrés es un factor responsable para desarrollar la gastritis. Primero aparecen estos estados que empiezan como dispepsias, alteración del metabolismo a nivel intestinal, luego causa ardor en el estómago que puede llevar a una gastritis y ésta a una úlcera intestinal o estomacal”, sostiene Vera.

Otras de las alteraciones que produce el estrés, según el especialista de primer grado en gastroenterología, Fabián Tulcanazo, son los trastornos en la absorción de nutrientes, la disminución de la oxigenación a nivel del tracto digestivo y la reducción de la producción de enzimas. “Todo esto hace que baje el sistema inmunológico y de esta forma cause enfermedades inflamatorias en el intestino, como la hepatitis autoinmune, la enfermedad ácido péptica (EAP) (irritación del estómago)”.

Explica que la primera consiste en el deterioro de la función hepática, patología crónica que no tiene cura y se parece a la diabetes. “Esta enfermedad se desencadena como producto del estilo de vida desordenado, las preocupaciones de tipo económico, familiar o por estudios”.

De la enfermedad ácido péptica dice que el estrés aumenta la secreción del ácido clorhídrico, pepsina y sales biliares que irritan el estómago, lo que representa un caldo de cultivo para la formación del helicobacter pylori (bacteria que causa infecciones en el estómago) y se desarrolle una gastritis y posteriormente una úlcera gástrica, incluso un cáncer y el linfoma gástrico.

Según el endocrinólogo Vera, el estrés está relacionado con las células NK, que son denominadas como asesinas. “Cuando se desprende un mecanismo de estrés una persona con gastritis podría desarrollar un cáncer gástrico”, asegura.

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