Hoy tiene una nueva razón para salir a caminar, trotar o hacer algún tipo de actividad física. El ejercicio no solo se reduce a perder unas libras de más o prevenir enfermedades cardiovasculares, el estudio de la Universidad Internacional de Valencia lo asocia como un factor importante para la salud mental e incluso mejorar el rendimiento académico.

En el informe se describe que los esfuerzos aeróbicos, con una duración entre 20 y 60 minutos, tiene un efecto positivo en el intelecto, por ejemplo en la búsqueda visual y la respuesta a eventos. La práctica regular de ejercicios causa un aumento de toda una serie de neurotransmisores, que estimulan y fortalecen las conexiones neuronales. Esto a su vez mejora la memoria, la atención y el aprendizaje. La investigación universitaria surge ante la alerta de la vida sedentaria en las sociedades actuales.

Según la Organización Mundial de la Salud, la inactividad física de la población es el cuarto factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial (6% de las muertes registradas).

El estudio cita los hábitos de sedentarismo en varios países de América Latina. Por ejemplo, en Argentina, aproximadamente el 60% de los varones y el 75% de las mujeres -entre 25 y más de 70 años- no realizan actividad física de forma regular; en Chile, el 88,8% de los hombres y el 93,3% de las mujeres pueden ser catalogadas como sedentarias.

En Colombia, según el último censo 2014, más del 60% son sedentarios y en Brasil la falta de ejercicios afecta al 46% de la población. Para Paola Escobar Massuh, médica psiquiatra del Instituto de Neurociencias de Guayaquil, es preciso cambiar la percepción sobre los ejercicios y dejar de pensar que solo sirven para tener una buena figura.

Explica que el ejercitarse permite la relajación, aumenta la producción de los glóbulos rojos y mejora la oxigenación del cerebro.

“Por eso es que el ejercicio te pone más alerta, mejora tu memoria, creatividad, e incluso la parte emocional. Lo aconsejo como un antidepresivo. Hay que enseñarles a los niños desde pequeños a caminar en el parque o en la playa”.

El fisiatra Alfredo Iglesias, del hospital Roberto Gilbert, también tiene una opinión positiva sobre el ejercicio, pues asegura que estimula la circulación del cuerpo. “Aumenta la circulación vascular, el corazón bombea más y las células se nutren, además de contribuir a tener una mayor resistencia física”.

Iglesias lamenta que, si bien hoy se escuchan diversas modalidades de ejercicios, los ecuatorianos aún carecen de cultura física, la cual debe promoverse desde la niñez.

“He podido observar que los padres de los niños que atiendo no están habituados al ejercicio físico, ignorando su importancia para evitar el alzhéimer”.

Según datos de la encuesta nacional Ensanut, al menos el 34% de los adolescentes es inactivo y el 24,6% de los adultos no hace ejercicios físicos. Aunque estas cifras son menores a lo ocurrido en otros países, como Argentina o Chile, los especialistas consultados aconsejan fomentar la cultura deportiva. (I)