El Día de los Difuntos, una fecha de importancia
Es una celebración cristiana, su objetivo es orar y honrar a los seres queridos que ya no están presentes en vida. Se festeja en varios países cada 2 de noviembre, en Ecuador es un feriado dentro del calendario anual.
Breve Historia
En el siglo VI una orden religiosa solía realizar rezos a los muertos para ayudarlos a purificar sus almas y así pudiesen reunirse con Dios. Esta práctica se extendió por toda Europa llegando a los actuales territorios griegos, alemanes y franceses entre los siglos IX Y XI.
Ya para el 998, el monje francés San Odilón creó un día especial para recordar la memoria de los difuntos. Para el siglo XVI esta fecha ya se había popularizado.
Cada país lo celebra de manera diferente. En España se caracteriza por el rezo en los cementerios y una profunda devoción. En las islas Canarias se suele acompañar con historias y frutos típicos de temporada como castañas, nueces y manzanas. En México se celebra el Día de los Muertos, declarado en 2008 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, una fecha de suma importancia para el país.
Día de los Difuntos en Ecuador
Una celebración parte de la cultura ecuatoriana. Los creyentes tienen por costumbre visitar los cementerios para arreglar las tumbas, colocar flores y realizar un acto de fe. Esta tradición es una mezcla de tradiciones europeas e indígenas, en donde la costumbre consiste en la preparación de la colada morada, una bebida ancestral de más de 5.000 años, tiene como ingredientes: hierbas aromáticas, harina morada, azúcar, trozos de frutas dulces, mora, mortiño y naranjilla. Esto representa la sangre de los difuntos. Se acompaña con guaguas de pan que pueden ser decoradas o rellenas con algún dulce. Estas representan al cuerpo de los que ya no están vida. Además de esto en algunas zonas indígenas se suele hacer ofrendas y comer alimentos locales en las tumbas.
Dentro de la cosmovisión indígena esta celebración consiste en una forma de dialogar con el muerto, ya que se cree que no hay muerte, sino que pasan a otra vida. Suelen acompañarlo con champús, una bebida realizada con harina de maíz, panela y hojas verdes de limón. Es consumida solo en noviembre o en funerales de adultos.