El cumplimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes

Así como los gobiernos tienen el deber de proteger, respetar y hacer cumplir los derechos de los niños y niñas; todos los actores sociales, incluyendo las empresas, deben cumplir las leyes nacionales y respetar las normas internacionales que protegen a la infancia. A nivel mundial, la Unicef promueve 10 principios que toda empresa, grande o pequeña, debería cumplir para respetar y respaldar los derechos de la niñez universalmente reconocidos.

Una empresa es responsable desde el modo en que produce y comercializa sus productos, hasta en la manera en que ofrecen sus servicios. De ahí que el compromiso radique en que las empresas pongan al niño y a la niña como una prioridad de sus políticas internas, y que se comprometan a combatir el trabajo infantil y asegurar que sus productos y servicios protejan y brinden seguridad a los niños, sean amigables con el medio ambiente, y que sus mensajes de publicidad y marketing sean un canal para apoyar los derechos de la infancia.

La Unicef, junto con Save the Children y el Pacto Mundial de Naciones Unidas (Global Compact), ha desarrollado varias iniciativas que procuran un comportamiento empresarial responsable con la infancia. En Ecuador, el esfuerzo se caracteriza por promover que la comunidad empresarial conozca y comprenda el impacto de su actividad en la vida de la niñez y adolescencia, e incorporen en el marco de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) acciones que le posibiliten, de acuerdo a sus competencias, concretar su compromiso por el cumplimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

En este sentido, la Unicef y Diners Club del Ecuador mantienen hace más de 10 años una alianza estratégica enfocada principalmente en calidad educativa e inclusión, como componentes clave de la formación de los niños y niñas. Geográficamente sus esfuerzos se centraron en territorios en situación de alta vulnerabilidad, particularmente en frontera norte. A nivel general, la alianza ha realizado importantes contribuciones al país en el ámbito de textos escolares, capacidades ciudadanas, promoción del primer año de educación básica, incentivo de la lectura, así como la iniciativa ‘Nación de Paz’, en Esmeraldas con la cual se contribuyó a la generación de entornos protectores y preventivos de violencia como forma de relacionamiento entre adolescentes y jóvenes, entre otras iniciativas.

Si bien la promoción de la ética y la responsabilidad con el desarrollo de niños, niñas y adolescentes ha tomado fuerza en los últimos años a nivel corporativo, todavía es necesario seguir fomentando las buenas prácticas para consolidar una cultura empresarial de respeto con la niñez en todas y cada una de las empresas.