Geólogo descarta que la causa fue un meteorito
El cráter de Yamal, reflejo del cambio climático
Rusia.-
El pasado 15 de julio pilotos rusos a bordo de un helicóptero descubrieron un cráter mientras sobrevolaban la península de Yamal (Siberia Occidental). Debido a su gran tamaño y forma, pensaron que se formó luego del impacto de un meteorito.
Leonid Rijvanov, doctor en Geología por la Universidad de Tomsk (Siberia), descartó esta posibilidad y aclaró: “El cráter confirma que el cambio climático es real. Lo extraordinario es que este fenómeno a toda vista natural haya ocurrido en un espacio de tiempo tan corto, ante nuestros ojos”.
Normalmente los fenómenos geológicos son resultado de procesos de cientos o miles de años, pero el ‘agujero negro’, como también es conocido el cráter de Yamal, es relativamente reciente. Además Yamal significa en lengua aborigen rusa ‘Fin de la Tierra’.
“Es consecuencia directa del calentamiento de nuestro planeta, que está provocando que se derritan los hielos perpetuos que cubren la tundra siberiana, aunque no es algo catastrófico, ya que Siberia es un lugar muy sensible a los cambios”, apunta Rijvanov.
El famoso cráter, que se encuentra a unos 30 kilómetros de la localidad Bovanenkovo, ha cautivado a expertos y neófitos por su tamaño -más de 60 metros de diámetro y 20 de grosor en su boca, por lo que se podría acceder en helicóptero- y por el hecho de que, por el momento, es imposible ver el fondo.
El agujero se encuentra cerca a uno de los mayores yacimientos de petróleo y gas de Rusia, cuyo operador es el gigante estatal Gazprom. Esto inquieta a los ecologistas.
Uno de los primeros en llegar a la zona en helicóptero fue la geóloga Marina Leibman, de la Academia de Ciencias de Rusia, que quedó ‘impresionada’ con la perfección del cráter, que ella describió más como ‘una cuba’.
“No hay rastro de algo que hubiera podido caer del cielo o de una explosión. Lo que vimos alrededor es una tundra absolutamente virgen. No vimos señales de presencia humana, ni basura y ni siquiera rastros de pastores de renos”, indica.
Acercarse era peligroso, ya que el hielo que forma los bordes del cráter se derrite continuamente y la superficie colindante es extremadamente resbaladiza, según relata.
Un operador que le acompañaba introdujo una cámara de video en el hoyo, pero tras 50 metros de descenso, ni siquiera había alcanzado el fondo del agujero, que supuestamente está cubierto de agua.
El video está en Youtube y tiene ya más de 9 millones de visitas. “De manera preliminar, se puede decir que en el cráter hay una concentración más alta de lo normal de metano, pero en un máximo de 9,8%, por lo que es muy inflamable”, explica Leibman.
En cuanto a las hipótesis, Leibman también vincula el fenómeno con el calentamiento de los últimos años, en particular en 2012. “El calentamiento pudo haber provocado la liberación de mayores volúmenes de gas. Los cambios de temperatura en la tierra no están sincronizados con los del aire”, precisa Leibman.