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El coctel de pastillas y jarabes reagudiza el resfriado y la gripe
El resfriado o catarro común y la influenza o gripe son dos enfermedades respiratorias que se presentan con mayor frecuencia en la etapa invernal. Las personas -según los médicos consultados- suelen confundir ambas por la similitud de los síntomas y del tratamiento que se aplica al enfermo.
El resfriado común afecta a la nariz y empieza lentamente con dolor o molestia en la garganta, estornudos y congestión nasal. Desaparece en pocos días.
Mientras, los síntomas de la influenza son más severos y pueden causar malestar en todo el cuerpo. Comienza repentinamente con fiebre alta, dolor de garganta, tos, dolor de cabeza y decaimiento. Existen dos tipos de influenza: la estacional y la A (H1N1), que se presenta con sintomatologías más fuertes y para la cual no hay vacuna.
El resfriado y la influenza se transmiten de forma directa por el contacto con personas que presentan los síntomas. Por eso la importancia de cuidarse y seguir las recomendaciones médicas para no contagiarse con el virus o agravarse con los síntomas.
En 2016, 80 personas perdieron la vida por la influenza en el país, según el Ministerio de Salud Pública (MSP), que realizó una campaña de vacunación contra la gripe estacional para toda la población, con énfasis en niños menores de 5 años, adultos mayores, embarazadas, entre otras personas en situación de vulnerabilidad.
Para contrarrestar los síntomas de la enfermedad, lo más frecuente es el consumo de la medicina tradicional (fármacos). Sin embargo, es necesario que sea prescrita por un médico a fin de evitar complicaciones, señala Miguel San Martín, director médico asistencial del Hospital General Dr. Liborio Panchana Sotomayor, de Santa Elena.
También está la medicina alternativa (natural) con productos de venta libre, elaborados a base de vitaminas, minerales y vegetales, que sirven para prevenir y aliviar el malestar de las afecciones, detalla Eduardo Pactong, asesor médico científico del Grupo Difare.
La diferencia
San Martín refiere que hay cuadros (síntomas) que pueden resolverse entre 24 y 48 horas sin medicarse y recibiendo los cuidados respectivos, o tomando un fármaco que atenúe la sintomatología y que haya sido recetado por un galeno.
Sin embargo, en ocasiones las personas afectadas no buscan un especialista que proporcione el tratamiento que necesitan, sino que compran en la farmacia lo que les ofrecen (analgésicos, antipiréticos y descongestionantes).
La mezcla de los fármacos -coinciden los médicos- origina que el sistema inmunológico se debilite y la gripe se prolongue trayendo complicaciones (de acuerdo con la combinación de la automedicación).
San Martín señala que los descongestionantes son mezclados con mucolíticos y antihistamínico. “Esto provoca que la flema de las vías respiratorias se quede en los senos paranasales y se convierta en una sinusitis, que puede hacerse bacteriana”.
Si esos mocos son producidos a nivel pulmonar, en lugar de salir con la tos, se endurece y produce una bronquitis. El paciente también puede presentar una reagudización de la gripe con todo ese coctel de medicinas.
Por eso la importancia de que los fármacos sean recetados por un profesional de la salud con una dosificación apropiada para el paciente. “Pero la parte comercial a veces gana a la médica”.
San Martín indica que los medicamentos que existen en el mercado nacional ayudan a contrarrestar la sintomatología.
“Como tiene origen vírico, el uso de antibióticos está contraindicado. El mismo organismo lo mata. Si da fiebre lo recomendable es un antipirético como analgán o paracetamol que trabaja en el control de la temperatura y malestar corporal, además de cefalea. No es dañino en dosis terapéuticas”.
La medicina natural ayuda
Pactong añade que los virus siempre están en el ambiente y lo importante es que el organismo no sea invadido por ellos.
“Una de las razones por las que ingresan al cuerpo es porque las defensas están bajas. Dependiendo de qué tan fuerte y alimentada está la persona puede variar la gravedad de los síntomas. De ahí la importancia de prevenir consumiendo productos naturales”.
Pactong explica que en la última década se habla más de prevención que de curación de enfermedades, porque resulta más económico que el tratamiento, ya que no se producen complicaciones. “Los productos naturales actúan sin químicos ni sustancias que podrían ser tóxicas o acumularse en el organismo”.
Como medida para evitar la influenza, recomienda el consumo de vitamina C y de zinc (que es un mineral) que están en los alimentos y refuerzan el sistema inmunológico. A la primera se la encuentra en los cítricos y en las hortalizas. El otro está en las carnes y pescados.
Sin embargo, apunta Pactong, hay pacientes que por diversas situaciones no pueden ingerir las dosis recomendadas y “ahí cobran importancia los suplementos naturales, que complementan ese déficit del organismo y que proveen de esos elementos que la persona no puede consumir en su dieta”.
Para preparase ante la gripe y aliviar los síntomas que se desarrollan, sugiere el propóleo, que es un derivado de la miel de abeja y que tiene componentes que estimulan y refuerzan el sistema inmunológico.
Los jarabes a base de extracto de la planta hedera helix son eficaces para el tratamiento porque diluyen el moco y facilitan su expulsión.
También sugiere el té de jengibre para aliviar la congestión y las tabletas de ajo contra los resfriados, para calmar el dolor de garganta y la tos seca. (I)