La superficie de los siete nevados del país es de 48 km2
El cambio climático afecta dos glaciares ecuatorianos
En cinco años el hielo del nevado Carihuairazo -provincia de Chimborazo- desaparecería totalmente por el cambio climático al que está sometido el planeta en general. La extensión de este glaciar es de 0,2 km2.
Es una conclusión preliminar a la que llegó Bolívar Cáceres, responsable del programa Glaciares Ecuador, del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).
El estudio es parte del Proyecto Regional Monitoreo de Glaciares Tropicales Andinos en un contexto de Cambio Climático, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El glaciar Carihuairazo ha sido observado de manera continua en el programa Glaciares Ecuador, desde 2003. “Estamos documentando su desaparición. Estimamos que ocurriría en cinco años (si continúa el actual ritmo de derretimiento), lo que evidencia los cambios en el clima andino en estas dos últimas décadas”.
Esta desaparición provocaría a su vez alteraciones en el ecosistema, sobre todo en el páramo. Por este motivo, el Ministerio del Ambiente (MAE) realiza investigaciones para que el impacto sea mínimo en el área protegida de la Reserva de Producción Faunística Chimborazo.
Hasta el momento existe un programa de conservación que impulsa el MAE, pues en ese espacio viven (según el libro Áreas Naturales Protegidas Ecuador) 38 pequeñas comunidades indígenas y campesinas que se dedican a cultivar papas, habas, cebada y allí pastan animales en las partes altas.
Este nevado, al igual que el Chimborazo, es un resorvorio de agua en estado sólido, importante para el abastecimiento de los seres humanos, animales y la agricultura.
Cáceres, quien comanda los estudios del programa Glaciares Ecuador desde el año 2000, a través de las últimas fotografías aéreas disponibles hasta 2016, estima que la superficie de los siete nevados del país (en conjunto) no llega a 48 km2.
Según el inventario nacional de glaciares elaborado por el Inamhi, hay siete cumbres con cobertura glaciar, Chimborazo (6.310 msnm), Cotopaxi (5.897 msnm), Cayambe (5.790 msnm), Antisana (5.704 msnm), El Altar (5.319 msnm), Los Illinizas (5.248 msnm) y Carihuayrazo (5.110 msnm).
De ellos, el que más cobertura de hielo tiene en la cumbre es el Antisana (12,2 km2), seguido del Cotopaxi (11,8 km2), Chimborazo (9,4 km2), Cayambe (9,3 km2) y El Altar (4,6 km2).
La parte del caudal que se genera del Antisana -nevado que se levanta entre las provincias de Pichincha y Napo- dota de agua a los barrios del sur de Quito. El 2% del líquido que se consume en la capital proviene de su deshielo.
Según el estudio del Inamhi, la extinción de los Illinizas ocurriría en 8 años, pues hasta el momento tiene un área de 0,3 km2. “Son apreciaciones que pueden cambiar, ya que el comportamiento de la naturaleza es impredecible”.
El experto precisa que los nevados Cotopaxi y Chimborazo no desaparecerán al menos en 30 años, lo que sí ocurriría en Colombia. “Los grandes glaciares se reducirán apreciablemente, pero no desaparecerán en las próximas décadas. En Colombia se vive una realidad parecida, pero no igual. Nuestros colegas del país vecino tienen su propia visión de la realidad”.
Según la publicación del Inamhi ‘Analizando el cambio climático a partir de los glaciares del Ecuador’, estos representan el 4% de los glaciares del Trópico Andino que comprende Perú, Bolivia y Colombia.
Los glaciares andinos -reza- son sensibles a la variación de la temperatura superficial del Pacífico (fenómenos El Niño/La Niña) y a flujos húmedos del Atlántico (monzón amazónico).
El informe detalla que reciben precipitaciones sólidas (nieve y granizo) y se acumulan en su parte superior, y por otro lado pierden su hielo -por fusión principalmente- en la parte inferior. Así reflejan los estados sucesivos de la atmósfera -precipitación y radiación solar- y constituyen indicadores de las variaciones del clima.
En los períodos secos los glaciares aumentan sensiblemente el porcentaje de sus aportes, contribuyendo a la regularización del régimen hidrológico de los ríos del páramo. (I)
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La Sierra Nevada ha perdido el 92% de nieve
Los niños que nacen hoy no alcanzarían a conocer los nevados colombianos, ni los glaciares de la Sierra Nevada de Santa Marta.
La radiografía que entregó el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) es crítica.
Según el director del Ideam, Omar Franco, a finales del siglo XIX la Sierra Nevada tenía 83 kilómetros de masa glaciar y hoy solo posee 6,5 kilómetros, es decir, ha perdido el 92% de nieve. “Esta noticia es muy triste, pero es el reflejo del cambio climático en el mundo”, expresó Franco.
Él agregó que en el país solamente hay 37 km de glaciares y su disminución es contundente, ya que hace seis años había 45 km. La función principal de los glaciares es mantener la temperatura del planeta en equilibrio y ser una despensa hídrica.
“La Sierra Nevada es la que más retroceso ha tenido en los últimos años, ya que supera anualmente el registro y el promedio de pérdida de masa glaciar, que va de 3% a 5%. Su desaparición alcanza el 6% y eso hace que el ecosistema esté en alto riesgo”.
Añadió que es una responsabilidad ética e institucional producir información para que las siguientes generaciones de colombianos y latinoamericanos conozcan lo que sucedió. (I)