Quito.-

Uno de los panoramas más memorables que tiene Ecuador es a inicios de año, cuando los guayacanes florecen en el Bosque Seco de Loja, al suroeste del país. Esta es una de las zonas mejor conservadas de Ecuador y abarca 500 mil hectáreas. Aquí también se levanta una de las poblaciones de aves endémicas más grandes de Sudamérica y es el hogar de especies emblemáticas, como el cocodrilo narigudo y el mono aullador negro.

Este Bosque Seco fue inscrito el pasado jueves en la Red Mundial de Reservas de Biosfera de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), lo cual tiene una importancia trascendental para la conservación de este sitio que, al igual que otros en el mundo, está amenazado.

Esta elección fue realizada por el Consejo Internacional de Coordinación del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB), reunido en Jönköping y en la Reserva de Biosfera del Paisaje del Vättern Oriental, en Suecia, a inicios de junio.

El Ministerio del Ambiente (MAE), a través de un comunicado, señaló que esta acción “demuestra el esfuerzo del Gobierno y de la Cartera del Ambiente por conservar estos espacios naturales, que a pesar de ser ecosistemas amenazados a nivel mundial, en el país son protegidos y cuidados”.

Características principales

El bosque seco se encuentra entre Loja y El Oro. La primera agrupa a 8 cantones, mientras que la segunda solo uno. Hace 40 años se declaró en veda al bosque seco, lo que impidió que allí se realizaran actividades que atenten contra su conservación y eso influyó para que obtenga la declaratoria de la Unesco, según explicó el docente investigador del Departamento de Ciencias Naturales de la Universidad Técnica Particular de Loja, Omar Cabrera.

“Esta declaratoria no solo implica que la zona va a estar dentro del mapa de las reservas de la biosfera, sino que tiene un estatus más alto que una categoría de conservación”, aseguró Cabrera, quien también dijo que no solo se reconocerá la valía del bosque a nivel biológico, sino también en lo cultural, lo que implica que el Gobierno tendrá que plantearse estrategias y planes para una mejor conservación.

El bosque seco ocupa casi el 70% del territorio lojano que se caracteriza por tener 8 meses de sequía y 4 de lluvias. “En esta época tan corta del año es donde las plantas desarrollan su parte reproductiva, salen las hojas, las flores, los frutos y caen las semillas al suelo para esperar al próximo invierno y completar el ciclo”, dijo Cabrera.

En Ecuador existen otros bosques secos en las provincias del norte, centro y sur del país, como Santa Elena, Guayas, Esmeraldas, Manabí, entre otras.

Un informe del Ministerio del Ambiente en 2012 señala que los bosques secos constituyen ecosistemas donde más del 75% de las especies vegetales pierden sus hojas. Hay más de 50 especies de árboles y arbustos, como cerezo, barbasco, laurel, manzano, guayacán, algarrobo, almendro, entre otras.

Estas especies se desarrollan en condiciones climáticas muy secas y con precipitaciones anuales de 400-600 mm, en períodos cortos.

Lamentablemente, algunos bosques secos son frágiles y amenazados por la población que vive y desarrolla sus actividades en zonas aledañas, en las que se aprovecha para deforestar.

El informe explica que la presencia del bosque seco se debe a la corriente fría de Humboldt y a la cordillera de los Andes que no permite el paso de la humedad de la Amazonía, por eso gran parte de los bosques secos se encuentra en la Costa.

Otras reservas de biosfera

Además del bosque seco del suroeste del país, hay 12 nuevos sitios que se incorporaron a la Red Mundial de Reservas de Biosfera, entre ellos, la reserva de Valdés, de Argentina, y la de Bioma Pampa-Quebradas, del norte de Uruguay.

Según la Unesco, hay 631 lugares en 119 países del mundo que tienen zonas declaradas como reservas de biosfera. En la lista también se detalla a Ohrid-Prespa (Albania/ex-República yugoslava de Macedonia), Monte-Viso (Francia/Italia), Alpes de Minami (Japón), Tadami (Japón), Ak-Zhayik (Kazajistán), etc.

La Unesco analizó algunas zonas que fueron declaradas como reservas de biosfera y retiró dos de ellas, pues no responden a los criterios por los que fueron inscritas.

Entre los ecosistemas retirados se encuentra uno en Austria, con las reservas Gossenköllesee, y Reino Unido, con la reserva costa Norfolk.