“El bienestar animal ayuda a las personas”

Como parte de la socialización de la Ley Orgánica de Bienestar Animal (LOBA), el último miércoles las organizaciones sociales que promueven esta iniciativa acudieron a la Comisión de Biodiversidad de la Asamblea Nacional. Acompañados de carteles y sus mascotas pidieron que la normativa ingrese a ser discutida en un primer debate.

La asambleísta Soledad Buendía es una de las promotoras de esta ley y fue parte de los 92 legisladores que firmaron para que la iniciativa sea presentada al CAL (Consejo de Administración Legislativa), organismo que finalmente la aprobó y la envió a la Comisión de Biodiversidad como insumo del Código Ambiental. Precisamente eso es lo que al momento preocupa a las organizaciones, pues buscan que la norma se estudie de forma independiente.

¿Qué implica que la LOBA se trate como insumo del Código Ambiental y no como una ley autónoma?

Desde mi punto de vista personal y así lo he planteado a la Comisión, creo que para el análisis técnico, jurídico es importante que sea una ley autónoma, pero eso decidirá la Comisión de Biodiversidad ante lo que el CAL deberá pronunciarse. En caso de que sea tratada como insumo del código, será un capítulo dentro del libro; pero en ningún caso se pierde. Aquí es ganar en función de los que no tienen voz y darle fortaleza a un tema que busca un cambio cultural en la sociedad en general. Cualesquiera que sean los escenarios, es positivo porque ganan los derechos animales. Pero lucharemos porque sea una ley independiente.

¿Qué pasará con los negocios donde se comercializan animales?

Hay muchos temores infundados en función de una lectura inadecuada o de no lecturas de la normativa que se plantea. Los comerciantes que tienen este tipo de negocios para nada van a desaparecer, lo que se quiere es regular la actividad tanto formal como informal. Aquí los almacenes que expenden continuarán, pero serán regulados de manera adecuada. Lo que estamos planteando es que no existan animales en vitrina, en pequeños espacios donde no haya bienestar animal. Se deben buscar los espacios y cuidados adecuados.
La ley va a permitir que todas las autoridades articuladas puedan ejercer su control y regulación.

¿Qué pasará con las galleras?

Eso también deberá ser regulado como todas las actividades que tengan relación con el bienestar animal. Tenemos que proteger los derechos y en función de ello vamos a garantizar que se den los mecanismos adecuados para trabajar. No estamos quitando el medio de sustento, sino regulando.

¿En cuál de los objetivos que plantea la ley hay más avance?

Creo que estamos avanzando mucho en el tema de buscar un cambio cultural y de generar una consciencia ciudadana. El hecho de los debates, así como las visitas para la socialización y la presencia en las redes demuestra que este tema despierta el interés de todos.

¿La violencia contra los animales es reflejo de la violencia social?

Estamos estableciendo mecanismos que nos van a permitir tener alertas necesarias para generar política pública. Aquí hay espirales de violencia que están encadenadas y la violencia contra los animales no está aislada de los otros tipos de agresión. Queremos tener un enfoque integral para garantizar que efectivamente se dé una sociedad del buen vivir.

De  acuerdo a los estudios realizados, sabemos que un niño que maltrata a su mascota también  es víctima de violencia. El 80% de los pequeños que maltrata a sus mascotas es víctima de violencia sexual e intrafamiliar.

¿También se controlará centros de albergue y demás espacios relacionados con los animales?

Regularemos los albergues, el tema de la adopción. Queremos establecer registros de los animales de compañía. Todos estos elementos son lo que nos van a permitir entender que cuando uno adquiere una mascota, adquiere también una responsabilidad, porque no es un juguete ni es una cosa, es un ser vivo que depende de la persona que lo tiene.

¿Esta ley reforzará las sanciones que ya se plantea el Código Orgánico Integral Penal (COIP)?

En el COIP ya se tipificó el maltrato animal, pero se requiere una normativa que sea regulatoria en función de articular a los diferentes actores del Estado para que den respuestas necesarias a este tema. Hay que mencionar que buscar el bienestar animal no solo les beneficia a ellos, sino, sobre todo, a las personas, porque esto implica también el buen manejo y distribución de animales para el consumo humano.