El bastón blanco, símbolo para mirar con otros ojos (Galería)

Édison Dávila (28 años) coloca su teléfono celular frente al escenario para tomar una fotografía de la presentación musical. Su rostro se ilumina cuando escucha la melodía que emiten las notas del piano. Este joven ha desarrollado el sentido del oído a la perfección. Es su mayor apoyo desde que nació con ceguera en edad prematura.

Nada lo ha detenido. Desde hace 6 años trabaja en el Call Center Sicobra S.A. en Quito y también estudia Derecho en la Universidad Central. “Un día de mi vida es complicado, pero a la final tienes que acostumbrarte y ver la vida con otros ojos. Estás en la calle, unos te ayudan, otros no. Tienes algún impedimento como las señalizaciones, barreras en las esquinas, donde te pierdes un poco. Yo, por ejemplo, memorizo dónde está mi trabajo porque paso por el mismo lugar todos los días”, cuenta con alegría.

Hace 2 días Edison participó del Primer Festival Artístico Incluyente que organizó la Secretaría Técnica de Discapacidades, la Federación Nacional de Ciegos del Ecuador y la FundaciónAgora, en la Casa de la Cultura, en Quito.

También asistieron más de 30 personas con discapacidad visual, quienes coreaban la canción ‘El alma en los labios’, interpretada al piano por Patricio Quintana, también con discapacidad visual.

El evento se realizó para conmemorar el Día Internacional del Bastón Blanco, símbolo de guía de las personas con discapacidad  visual, que sirve para su orientación, movilización autonomía y seguridad.

Esta herramienta tiene su historia. Fue inventada en 1930 por James Biggs, un fotógrafo inglés que tras sufrir un accidente y quedar ciego decidió pintar un bastón de blanco para caminar por las calles sin problema y ser más visible ante la sociedad londinense.

Para Elizabeth Tituaña, una joven no vidente, recordar lo que significa el bastón blanco es importante.

“Sirve para guiar nuestros pasos. Hay bastones que aún conservan los 3 colores: el negro que representa la oscuridad en la que vive el ciego; el blanco que es la pureza y nuestra valentía y el rojo que significa el peligro constante que nosotros enfrentamos al salir a las calles”, dice.

Según el Estudio Biopsicosocial Clínico Genético de las Personas con Discapacidad, en Ecuador viven 274.000 individuos con esta condición.

La ceguera representa el 48% del total de todas las discapacidades en el país, y de acuerdo a los datos, la población que tiene más ceguera supera los 60 años, porque es una edad clave donde aparecen cataratas, glaucoma, degeneración macular, entre otras.

Para Mario Puruncajas, presidente de la Federación de Ciegos del Ecuador, son innegables los avances que ha tenido el país durante los últimos 7 años.

Si bien destaca que hay más trabajo, considera que aún falta esfuerzo para alcanzar una verdadera inserción laboral, en donde las personas no solo ofrezcan empleo a los no videntes, sino que valoren las capacidades adquiridas desde su formación profesional.

Mario es positivo y considera que a futuro las brechas se irán cerrando. “Todavía tenemos que romper las barreras arquitectónicas que nos estorban al caminar por las calles. Nos hace falta edificios accesibles, así como transporte. Esperamos semáforos sonoros para pasar las esquinas y que los conductores nos avisen en qué parada debemos bajarnos (...)”, afirma.

El secretario técnico de Discapacidades, Álex Camacho, aseguró que  más de 4.000 personas se han beneficiado en el país con kits visuales. Adelantó que la normativa vigente tendrá un impacto trascendental a contar del 2015.

“Hasta hace un año teníamos alrededor del 30% de la normativa necesaria para eliminar barreras físicas, comunicativas, en acceso a las TICS. Al mes de diciembre tendremos más del 95% de la normativa necesaria para hacer presión”.

Datos

Según la Organización Mundial de la Salud hay 45 millones de ciegos en el mundo y  135 millones de personas con baja visión. El 80% son casos que tienen cura. 

La concepción médica de la discapacidad visual se divide en ceguera total para personas que no tienen ninguna percepción a la luz y baja visión a quienes son susceptibles de una intervención quirúrgica.

 Las limitaciones en la vista y la discapacidad visual en sí pueden ser por defectos congénitos, anormalidades en el desarrollo embrionario, condiciones hereditarias o aquellas que son adquiridas.

La frecuencia en la discapacidad visual se presenta en cuarto lugar en la población ecuatoriana. Las mayores prevalencias están en Bolívar (2,7), Carchi (2,6) y Sucumbíos (2,4). Galápagos tiene menor prevalencia de ceguera (1,2).