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El Atlas de la ruralidad muestra la realidad y dinámica de los campos
El mundo rural ecuatoriano es distinto y diverso; así como lo es su forma de relacionarse con las urbes cercanas; esa es la conclusión preliminar del estudio que efectuó el Instituto Geográfico Militar (IGM) al elaborar el Atlas Rural.
Según Edwin Miño, director ejecutivo del Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales del Ecuador (Congope), aquello revela la necesidad de una mayor atención a estos sectores considerados únicamente como los abastecedores de productos agrícolas a las ciudades.
“Hay diversas ruralidades que conviven en el país y que se dividieron geográficamente, como lo muestra este atlas. Además, sociológicamente también hay distintos comportamientos y económicamente no podemos decir que lo fundamental en este sector es el trabajo agropecuario porque hoy existen empleos relacionados con la prestación de servicios o a la generación de capacidades, incluso empleo público”.
Para Miño, es vital combatir los grandes problemas de la ruralidad que tienen relación con el excesivo urbanismo -crecimiento horizontal de las propiedades- y la contaminación ambiental. “Se está empujando la frontera agrícola hacia las zonas altas y estas a su vez -al sentirse amenazadas- están ingresando a las zonas de conservación”.
El estudio desarrollado destaca la creciente movilidad de las personas, gracias al desarrollo de los transportes y comunicaciones, lo que ha permitido intensificar la relación entre el campo y la ciudad.
El subsecretario de información de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), Leonardo Espinosa, recalcó la necesidad de conocer con precisión aspectos rurales para diseñar las políticas encaminadas al desarrollo nacional.
“Es necesario posicionar este espacio como el elemento clave de una estrategia de desarrollo hacia el futuro del país. No hay oportunidades ni posibilidades de desarrollo nacional en el mediano y largo plazo si el mundo rural no juega un rol más activo, pero no solo por los bienes que puede producir para exportar o para el consumo local; sino por las innovaciones capaces de generar en términos sociales y económicos”.
Para William Aragón, director del IGM, el agro no debe ser un simple generador de insumos y materias primarias, hay que conocer la interrelación y la sinergia entre seres humanos, animales y vegetales.
“Donde la gente vive, genera sus sueños y aspiraciones como una visión del futuro. La idea es que la gente conozca más sobre el país y sobre esa realidad se planifique y se elaboren las políticas públicas más adecuadas”, reiteró Aragón.
Los problemas de la ruralidad
Dentro de las afectaciones que afrontan los territorios rurales destacan los problemas ambientales, como el tráfico de especies, la deforestación y la contaminación generada por petróleo, minería, agricultura o desechos sólidos.
Según el Ministerio del Ambiente (MAE) hubo 634 vertebrados decomisados; de ellos, la mayoría fue en las provincias de Orellana y Napo, que reportan más tráfico ilegal.
El mismo organismo determinó que la tasa neta anual de deforestación de Ecuador entre 2008-2014 fue de 0,37%, lo que equivale a 47.497 ha por año. Dentro de la estadística las provincias amazónicas, más Esmeraldas y El Oro son las que presentan más superficie deforestada en promedio anualmente.
Otro aspecto que difiere en los ámbitos rurales es la educación.
A nivel nacional, la escolaridad -promedio de años aprobados- a nivel nacional en la población mayor de 24 años es de 9,6, mientras que en el sector rural es solo de 7,2 años.
Igual situación ocurre con el analfabetismo. En la zona urbana es del 3,37% y en la rural del 10,61%.
En el último censo desarrollado en 2010 se identificó que el 41,8% del total de la población vivía en condiciones de pobreza (NBI) -necesidades básicas insatisfechas- y el 72,2% se concentraba en el área rural en parroquias de la Amazonía y de la Costa, principalmente.
“No obstante, en los últimos años es evidente una reducción significativa del índice de pobreza, tanto en las zonas urbanas como rurales (...). Sin embargo, las áreas rurales siguen manteniendo un porcentaje importante de población pobre, estimándose para 2014 en 47,3%”, recalcó el informe. (I).