El árbol milagroso crece en Naranjal
Si se habla de su origen geográfico seguramente habrá que mover el Mapa mundi hasta mostrar a India. Pero si se habla de su origen histórico la cosa se vuelve bíblica, medio mística. Aunque se escuche extraño, al referirse a la moringa se habla de un “árbol milagroso” que fue lanzado a las aguas amargas del Mara, en el Medio Oriente antiguo. El efecto endulzante de la planta fue inmediato. Moisés demostró al pueblo errante la fuerza divina. Y todo calmó.
Eso fue tiempo atrás. Ahora aquel detalle místico bordea más la leyenda que su valor real, aunque eso depende desde dónde se lo vea. Ocurre que en varios países del mundo aquello de “el árbol milagroso” o, para ser más llamativo y sugerente, “el árbol de la vida”, ha persistido.
La razón es sencilla: sus valores nutricionales son tan altos que, por ejemplo, en proporciones iguales, esta planta tiene siete veces más calcio que la naranja o cuatro veces más vitamina A que la zanahoria.
Gobiernos como el de Honduras, Perú o Colombia han integrado su consumo como sumplemento alimenticio en escuelas. La idea es que prevenga y disminuya la desnutrición infantil en establecimientos educativos de zonas pobres.
La moringa, prodigiosa planta, del tipo oleífera, fue introducida en el país, de lo que se conoce, hace dos años. Y llegó, como en algunos casos, por casualidad. Fue Víctor Solórzano quien la buscó en Internet, luego de escucharla en sus clases universitarias. La encargó y empezó a plantarla. Posteriormente se le unió Fausto Mantilla. Ambos estaban interesados en buscar qué características tenía, si de verdad era milagrosa y si sobreviviría en las tierras tropicales del Guayas.
Mientras este par de funcionarios de la Prefectura del Guayas seguían con su afición en Naranjal, Carla Celleri pensaba que sería bueno presentarla como su proyecto de graduación. Ella asistía al tercero de bachillerato del colegio fiscal mixto Quince de Octubre. En poco tiempo los tres se conocieron y una parcela de los patios del plantel ahora está “plagado” de la “planta de la vida”.
Los alumnos investigaron qué era ese vegetal. Descubrieron que, como dice un texto de la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, en su versión en español, la planta es un suplemento nutritivo potente.
“El contenido de proteína es del 27%; además tiene cantidades significativas de calcio, hierro y fósforo, así como vitaminas A y C. Este valor nutricional es particularmente importante en áreas donde la seguridad alimentaria se puede ver amenazada por períodos de sequía, pues las hojas de la moringa pueden cosecharse durante las épocas secas, cuando no hay otros vegetales frescos disponibles”, dice el texto de la Moringa oleífera.
Pero esta planta que puede crecer como un árbol no sirve solo como suplemento nutriente. De hecho sus hojas, vainas, semillas, tallo y raíces, también son útiles en diversos preparados, por lo general, caseros.
Se la puede usar también en la purificación del agua. “Básicamente sus semillas tienen polielectrolitos. Eso es una especie de aglutinante. Se pega a las partículas de las aguas y las sedimenta. Su capacidad antibiótica hace que el 98% de la materia producida por las heces (escherichia coli), presente en las aguas negras, se sedimente”, explica Mantilla. Ambos fueron al Centro de Investigaciones Biotecnológicas de la Espol, en Guayaquil, para validar los datos de la moringa plantada en Guayas. Encontraron que la planta crecía con las mismas características que en la India. Puede cultivarse hasta en 1.800 metros sobre el nivel del mar, es decir, en la Costa y en el Oriente del país.
Volviendo a los estudiantes, Celleri propuso como tesis de grado la siembra de la moringa. Pronto el proyecto se tornó la bandera del curso de 38 estudiantes. Y ahí se conocieron ambos funcionarios y los alumnos de Naranjal. Se formó un solo grupo de estudiantes para elaborar una microempresa. Sucedió y plantaron moringa.
Los estudiantes cultivaron. Promovieron su consumo. Daniela Ganchozo, del colegio Quince de Octubre, dice que en su casa la han preparado en la cena. Mónica Sisalima cuenta que le agregaron al musse. Pero también se la puede consumir masticando sus hojas. Simplemente se las arranca de las ramas y se las limpia con agua. Su sabor es parecido al de la alfalfa. Mantilla agrega las hojas a los sánduches de queso. También se la puede mezclar en jugos.
“Por los antioxidantes que tiene está relacionada con el tratamiento de 300 enfermedades”, dice Mantilla. El estudio de la FAO apunta que las partes de las plantas como las semillas y el tallo sirven para producir jabones, cosméticos y combustible para lámparas. Otras partes del árbol, como las raíces y hojas, se utilizan en preparados para medicina natural.
En algunos países la semilla tiene usos industriales. Esta pepa del tamaño de un garbanzo grande “tiene un 40% de aceite; el perfil de ácido graso del aceite indica un 73% de ácido oleico. Esto significa que el aceite de moringa posee el mismo nivel de calidad -y por lo tanto podría tener el mismo valor de mercado- del aceite de oliva”, reproduce el informe de la FAO.
La moringa, desde Naranjal, es una especie de misterio aún. Pero los estudiantes creen que será el sustento nutritivo del futuro.