Publicidad

Ecuador, 03 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

El aneurisma, un enemigo silencioso en el cerebro

El aneurisma, un enemigo silencioso en el cerebro
02 de mayo de 2015 - 00:00

Un aneurisma podría compararse con una pequeña bomba en el cerebro. Si no es detectado a tiempo se produce una rotura que, en el peor de los casos, puede llevar al fallecimiento del individuo.

Esta patología hace unas semanas causó la muerte del microtenista Leonardo López, quien se desplomó de manera repentina cuando jugaba una partida en las instalaciones de la Federación Deportiva del Guayas (Fedeguayas).

El seleccionado tenía 20 años y  había participado en torneos internacionales, como en el Mundial de Tokio, en Japón, y el Sudamericano de Buenos Aires, en Argentina.

Las personas que conocían a López aseguran que tenía una vida activa. Daba clases particulares de tenis de mesa, entrenaba a diario y estudiaba Ingeniería Civil. Todo parecía estar en orden, pero los especialistas manifiestan que si un aneurisma no es tratado a tiempo puede tener consecuencias fatales.

El neurocirujano Henin Mora, del hospital Teodoro Maldonado Carbo, señala que la incidencia de los aneurismas en la población es alta. En el mundo se estima que el 5% padece esta patología, mientras que 10 de cada 100.000 pacientes pueden presentar roturas de los aneurismas.

Este colapso ocurre comúnmente en la población de entre 40 y 50 años, por lo que en edades tempranas o avanzadas los casos son poco frecuentes.

 01 05 15 aneurisma2

El especialista Mora explica que  los aneurismas cerebrales son dilataciones que se producen en las arterias del cerebro “a manera de un globo que se llena de sangre, que en algún momento puede romperse”. Esto puede conllevar enfermedades conocidas, como hemorragias o derrames.

¿De qué depende la rotura de un aneurisma? Mora señala que existen factores de riesgo como el exceso de alcohol, hipertensión arterial, tabaquismo, el uso de drogas,  factores genéticos y esfuerzo físico. “Por ejemplo, una persona puede tener un aneurisma cerebral, no lo sabe y empiezan a hacer pesas, trabajos forzosos y eso genera una presión dentro de las arterias del cerebro que hace que se rompan”.

Según datos de la Asociación Americana del Corazón, el accidente cerebrovascular es la tercera causa de muerte más común y la principal de discapacidad grave a largo plazo en adultos. Sin embargo, hay personas que pueden vivir con aneurismas cerebrales sin saberlo, incluso morir por otras causas. 

Mora señala que si el aneurisma se rompe y no produce un sangrado excesivo, las probabilidades de mejoría del paciente serán mayores a la de un paciente con hemorragia y sangrado mayor.

Lorena Jaramillo, líder del área de Neurología del Hospital Docente de Especialidades de Guayaquil Abel Gilbert Pontón, señala que esta enfermedad presenta alertas específicas. Entre estas el dolor de cabeza, que va acompañado de parestesia, es decir, el adormecimiento de la cara, el brazo, la pierna o la mano, de un mismo lado.

“Puede haber sintomatología de pares craneales, por ejemplo siente que tiene un trastorno del campo visual y siente pesado el párpado. Además puede haber trastornos de lenguaje e incontinencia urinaria”.
Un estudio del Centro Médico Universitario en Utrecht, Holanda, indica que otros detonantes del aneurisma cerebral son el ejercicio riguroso, el consumo de gaseosas, sacudirse la nariz, hacer fuerza para defecar y llevarse un susto o un enojo súbito.

Los científicos consideraron que se pueden disminuir los riesgos de un aneurisma a través de un menor consumo de cafeína o el tratamiento de pacientes que sufren de estreñimiento y tienen aneurismas intracraneales sin ruptura.

Para confirmar el diagnóstico, el médico debe solicitar una resonancia magnética o una angiografía cerebral que es la herramienta más sensible e informa sobre la localización y el tamaño de los aneurismas.

En cuanto al tratamiento del aneurisma cerebral, la neurocirugía es el principal tratamiento. Esta consiste en cerrar la base del aneurisma con sutura, grapas u otros métodos para prevenir el flujo de sangre.

Los neurocirujanos pueden tratar algunos aneurismas mediante unas espirales especiales. Esta intervención es menos invasiva que la cirugía cerebral y en las circunstancias apropiadas es considerada la mejor forma de tratamiento. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media