El acoso sexual también se debate en los espacios de educación superior
La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) organizaron el panel Acoso sexual en las instituciones de educación superior, un espacio de reflexión y debate que busca promover lugares libres de violencia en las instituciones académicas a nivel nacional.
Augusto Barrera, titular de la Senescyt, resaltó la necesidad de que las instituciones actúen como agentes de cambio para modificar radicalmente esta problemática que aqueja a gran parte de la sociedad.
“La idea es generar un Estado de derecho y articular acciones que permitan generar políticas enfocadas en la prevención”, dijo y agregó que para conseguir este objetivo es necesario un trabajo conjunto: universidades, escuelas politécnicas, institutos y entidades del Estado, a fin de lograr transformaciones profundas.
La ministra de Justicia, Derechos Humanos, Rosana Alvarado, solicitó que el mensaje de no naturalizar la violencia se expanda en las instituciones.
“Nos horroriza los casos de acoso y por ello ruego y pido que rompamos el silencio; aprecio estos debates que construyen una opinión en la academia, porque lo que se plantea es obtener el concepto de estas problemáticas y el accionar en favor de las víctimas”, añadió que en la educación superior suman más de 700 mil jóvenes.
En el panel participaron también Javier Acuña, Fundación Pakta y docente de la Universidad Central del Ecuador; Gioconda Herrera, profesora investigadora del Programa de Sociología y Estudios de Género de Flacso; Rocío Rosero, representante de la Coalición Nacional de Mujeres; Keyla Carvajal, miembro de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador.
El acoso sexual es un problema latente que incluso es considerado como una vulneración del derecho a la educación de las víctimas y en varios casos ocasiona deserción universitaria.
Según información difundida por Senescyt, Barrera reiteró que existe la necesidad de que las instituciones de educación superior generen protocolos para erradicar la violencia basados en la propia experiencia de sus establecimientos y creando acuerdos con la comunidad universitaria. “Debemos estar preparados para enfrentar estos problemas, ser actores activos para afrontar todos los elementos de violencia que se producen en las IES”.
Así también, resaltó el hecho de que actualmente existe un 53% de la población universitaria que pertenece al género femenino y que, desde el 2010, el 56% de titulaciones registradas corresponden a mujeres. (I)