Mónica Hernández, asesora de la Presidencia, es la nueva directora de Enipla
El 75% de las madres adolescentes en Ecuador no tiene empleo fijo
El embarazo entre adolescentes presenta números rojos en Ecuador: en los últimos 10 años la tasa se incrementó el 74% en menores de 14 años. Subió el 9% en jóvenes mayores de 15 años. No lo dicen las organizaciones internacionales sino las cifras estatales.
Para agravar la situación, el 75% de estas pequeñas madres pertenecen a la población económicamente inactiva, es decir no trabajan. Laura P. es un ejemplo de esto: tuvo su primer hijo a los 14 años y una segunda niña a los 17. ¿Recibió métodos anticonceptivos? Le hablaron de las pastillas que “se toman todos los días después de comer”, en el centro médico, luego del primer embarazo. También recuerda las charlas sobre sexualidad en el colegio.
Desde 2012 Ecuador implementó la Estrategia Nacional Intersectorial de Planificación Familiar y Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enipla).
Precisamente una arista de la estrategia son las charlas que recibía Laura. En 2 años de trabajo, según Enipla, se acreditó a 33% de estudiantes de bachillerato como agentes multiplicadores en prevención del embarazo; el 50% de docentes de Ciencias Naturales y Biología han sido capacitados sobre el tema.
Enipla también mantiene una línea de atención 1800-445-566 para hablar de sexualidad sin misterios. Las llamadas aumentaron el 124%. Además, se crearon 26 espacios juveniles de consejería y se sensibilizaron a 1’029.560 personas a través de redes sociales.
Por si fuera poco, la entidad respalda la promoción de la educación sexual en adolescentes y niños, la planificación familiar y el fácil acceso a métodos anticonceptivos. Sin embargo, a pesar de contar con todas las herramientas de por medio, la tasa de embarazos sigue subiendo. ¿Qué ha fallado?
Cobertura en salud
Jorge Parra, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) expuso hace algunas semanas ante la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional que 2 de cada 10 partos en Ecuador son de adolescentes de 12 a 19 años; 5 de cada 10 adolescentes son padres y 9 de cada 10 adolescentes desearía hablar de sexualidad en sus hogares.
Laura, por ejemplo, nunca mantuvo una charla con su madre sobre sexo porque tuvo temor de hacerlo.
Susana Valarezo, directora del Cepam en Quito, reconoce que la cobertura y el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva han mejorado a partir de la propuesta de Enipla. Esto incluye al acceso a la información. Desde su experiencia, mediante una investigación aplicada en Rioverde (Esmeraldas), detectó 3 problemas que podrían incidir para que los embarazos a temprana edad continúen.
Explicó que, pese al conocimiento sobre métodos anticonceptivos, aún hay varios mitos. Por ejemplo, las jóvenes creen que las pastillas engordan, que las inyecciones causan dolor de cabeza o que el implante disminuye el deseo sexual.
Una segunda causa se enmarca en el mal uso de los métodos y el miedo a consultar a los padres sobre ello. Ocurre especialmente con el uso de pastillas anticonceptivas. Y una tercera causa es la oposición de los maridos y las parejas. “Hay hombres que se separan cuando se enteran que una mujer usa un método de planificación familiar porque creen que al usar estos métodos es porque quieren tener relaciones con otros. Aún sigue la ideología machista”.
Si bien Laura tuvo acceso a pastillas anticonceptivas, cuenta que las dejó de tomar cuando su actual pareja se lo pidió corroborando de cierta forma la tesis de la directora del Cepam. “Me dijo que yo no era la misma”, dijo la joven, que se dedica al cuidado de sus pequeños y no terminó el colegio.
En opinión de Valarezo, las políticas de Enipla han fallado porque no han logrado detectar la realidad de las comunidades. Cuenta que a ella le costó trabajo establecer confianza con las mujeres esmeraldeñas para que le comenten sus expectativas sobre la planificación familiar.
“Lo que no se hace es entender la problemática del embarazo a profundidad.Cada región tiene una idiosincrasia y hay que saber cómo llegar a esas zonas. Muchas veces, los doctores utilizan mucho lenguaje técnico”.
Elsa Racines de Arellano es directora del Programa de Adolescentes de Cemoplaf. Ella concuerda con Susana al decir que hay desconocimiento del uso adecuado de los métodos anticonceptivos y aún rondan mitos. “No es cuestión de entregar métodos anticonceptivos sino de dar orientación y seguimiento”.
Tampoco se ha logrado implementar espacios amigables con los adolescentes para que ellos tengan la confianza de pedir un preservativo o solicitar información sexual. “Los muchachos se sienten cohibidos en un centro de salud, porque no hay claridad si les piden datos, cédula o les abren una historia clínica. En los sitios donde se reparten preservativos, todos -desde el señor guardia del lugar- encasillan a los jóvenes. Ahí viene el chico de los condones, suelen decir. Hay que manejar las cosas con privacidad”.
El rumbo de Enipla
Mediante Decreto Ejecutivo 491 del 26 de noviembre se designó a Mónica Hernández de Phillips, asesora presidencial, como directora de Enipla. Antes la estrategia estaba a cargo del Ministerio Coordinador de Desarrollo Social.
Hernández, quien es doctora en Medicina y máster en Administración de Empresas, inició su labor en el desaparecido Innfa. Ha creado 2 fundaciones junto a su esposo: Alternativa y el Banco Solidario, y en las páginas web respectivas se habla de ella como una persona con “experiencia por casi 30 años combatiendo la pobreza en las poblaciones más vulnerables del Ecuador”.
Su designación no estuvo alejada de críticas y en las redes sociales se ha mencionado que tendría una visión muy cerrada respecto a la prevención de embarazos precoces.
La activista feminista Silvia Buendía escribió un artículo en un portal digital en el que cuestionaba la postura de Hernández y un grupo con ideología conservadora. “No estaban de acuerdo con que se impartieran clases de educación sexual a niños, niñas y adolescentes, peor aún con la distribución gratuita de métodos anticonceptivos en centros de salud”.
También en redes sociales circula una carta de Hernández enviada a finales de octubre a las autoridades de salud, antes de asumir Enipla.
En la misiva señala que en los documentos metodológicos de la estrategia de Enipla hay una serie de “mensajes propios de la ideología de género, corriente de pensamiento del feminismo radical, no científica, sino ideológica, además de estos temas ideológicos no consentidos, se da información sesgada e incompleta sobre métodos anticonceptivos, sobre las ETS; planteamientos frontales o sutiles sobre la terminación de un embarazo; (...) se deja abierto o se menciona frontalmente que la homosexualidad es algo natural -aunque defiendo tajantemente que nadie en el país, tampoco una persona de la diversidad GLBTI, puede ser discriminado”.
EL TELÉGRAFO solicitó una entrevista para consultarle sobre las propuestas a emprender en Enipla y sobre las críticas en redes sociales. La petición no ha sido contestada. Hernández sí ha mencionado en otros medios que aún evalúa los datos dejados por Enipla y que estudia un plan para enfrentar la problemática. Mientras aquello sucede, jóvenes madres, como Laura, desconocen los enfrentamientos en redes sociales. Ella dice que solo espera conseguir un trabajo cuando su hijo mayor cumpla 5 años y así ayudar en la casa.