El ministerio de educación motiva a denunciar los casos de agresión escolar en el país
El 51% de niños, víctima de maltrato
Un plan de prevención con un claro procedimiento para que las familias, escuelas y comunidades, conozcan lo que deben hacer en caso de violencia es una de las propuestas que plantea Mariela Solari, máster en Educación con énfasis en Evaluación.
La consultora de Uruguay, especializada en políticas sociales, expuso su postura en el tema de maltrato infantil en el seminario internacional ‘Juntos por una cultura social y educativa de buen trato’ que se realizó ayer en la Universidad Católica de Guayaquil.
Solari señala que para enfrentar la violencia se requiere del esfuerzo grupal, en el cual las instituciones gubernamentales y la sociedad civil trabajen en conjunto.
Según el informe Estado de los Derechos de la Niñez y Adolescencia (EDNA), en los últimos años el suicidio de adolescentes entre 12 y 17 años es la segunda causa de muerte en este grupo y ocupa el primer lugar de fallecimientos en las provincias con alto porcentaje de población indígena rural.
Además, el documento reporta que el 51% de niños entre 6 y 11 años ha sido víctima de maltrato, mientras que 7 de cada 10 menores ha sido víctima de abuso físico, sexual o negligencia.
David Alvarado, gerente de Plan Internacional de Guayas -una organización que se dedica a la protección de la infancia- señala que también existe un tipo de violencia basada en el género, es decir, hacia las mujeres por el hecho de serlo.
“Tú que eres varoncito tienes que estudiar porque serás papá y tendrás que mantener a la familia y tú como eres mujer estarás en la casa y no estudiarás”, es una de las posturas que aún son parte de algunas familias, según Alvarado.
El representante de la institución, que trabaja 52 años en el país, señala que esta valoración se encuentra tan naturalizada que la sociedad no se da cuenta. Además, sostiene que las mujeres aún son las más vulnerables desde su infancia.
El año pasado la iniciativa Cartas de Niñas, que buscó la opinión de las menores sobre lo que piensan y sienten, reflejó que de 1.500 pequeñas participantes el 58% hablaba de violencia y usaba la palabra miedo como factor común.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 223 millones de niños han experimentado actos de explotación.
Martha Espinoza, directora de la Fundación Juntos con los Niños (Juconi), advierte que la violencia afecta el desarollo cerebral y emocional del menor e interfiere en sus relaciones interpersonales.
“Uno envía a los niños a la escuela a estudiar, pero si dentro de casa vive algún tipo de violencia no tendrá toda la capacidad mental de aprender”, manifiesta Espinoza.
Ante esta situación, señala, uno de los primeros pasos para superar la situación es hablar con la familia y evitar que se busquen culpables. “Cuando la violencia es extrema se necesita apoyo psicológico no solo para el niño, sino también para la familia, porque este es el ambiente en donde el infante forma su ser”, explica.
En este aspecto, Solari considera que a los niños se les genera una contradicción de lealtad porque sienten que si cuentan lo que pasa en su casa traicionan a su familia o que sus padres irán presos.
“Es importante que los menores conozcan sus derechos y que sepan que siempre habrá alguien que los escuche, proteja y cuide”, añade.
El encuentro en el que participaron cerca de 450 personas, entre educadores, líderes comunitarios, empresarios y funcionarios públicos, buscó fortalecer el trabajo de la Mesa de Protección Especial y espera lanzar una campaña para fomentar la cultura de buen trato para el buen vivir.
Parelalmente, el Ministerio de Educación trabaja con docentes, padres de familia y estudiantes para que denuncien los casos de agresión escolar.