Recoge y separa la basura hace 40 años. El oficio lo aprendió de su abuelo. Mientras él sacaba el papel, el plástico y los cartones de las fundas que las personas colocaban en las puertas de sus viviendas, ella buscaba peluches y juguetes que aún se podían usar. Es Laura Guanoluisa, presidenta de la Red Nacional de Recicladores del Ecuador.

Ella forma parte de los 20.000 recicladores de base que hay en Ecuador. En este oficio conoció a su esposo que alterna la actividad de gestor ambiental con la carpintería, y es que los $ 218 que ingresan al mes a su hogar por la actividad del reciclaje no es suficiente para cubrir los gastos de alimentación y escuela de sus 4 hijos.

Lo mismo sucede con Aurora Simbaña, de 49 años, quien nació en Ambato y a los 15 años llegó a Quito para trabajar con un tío en instalaciones eléctricas.

Con el tiempo, ella y su familiar fueron desplazados por las grandes empresas que daban el servicio. Algunos meses buscó trabajo hasta que una de sus vecinas que se dedicaba a separar y recolectar basura la integró al oficio. “Nunca se ha ganado bien realizando este trabajo, por eso siempre busco hacer otras cosas: lavar ropa, arreglar casas, planchar, entre otras actividades domésticas”.

Ambas mujeres participaron del lanzamiento del libro Reciclaje Inclusivo y Recicladores de Base en el Ecuador. El estudio, efectuado por la Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo, reveló datos socioeconómicos de un segmento trabajador, donde el 54% es de sexo femenino (ver infografía).

Además, la investigación desarrollada en 4 ciudades del país: Quito, Guayaquil, Cuenca y Manta, que generan el 48% de residuos del volumen total del país, también detalló datos referentes al mercado y la normativa. En estas zonas también se concentran cerca de 9.000 recicladores de los 20.000 que hay en el país. 

Según el documento, a escala nacional, Quito y Guayaquil son los mercados más importantes para la comercialización de residuos potencialmente reciclables, en ambas urbes se observa un dinámico y creciente mercado liderado por la industria nacional.

¿Cómo es la jornada del reciclador?

En términos de toneladas, el papel, el cartón y el PET son los más recolectados por los gestores ambientales, porque son los de más demanda por parte de la industria.

Simbaña informó que por cada kilo de cartón que recolecta le dan $ 0,07, mientras que por cada kilo de plástico el valor recaudado es $ 0,15.

Pero no solo estos materiales son reciclables, en el caso de la basura electrónica, los gestores ambientales también juegan un papel importante. Cuando encuentran teclados de computadoras, CPU, calculadoras, baterías, celulares viejos, entre otros, los llevan hasta el Centro de Gestión Ambiental Manuela Sáenz, que funciona en la exterminal terrestre Cumandá, en el centro de Quito.

Una vez que los desechos electrónicos llegan son clasificados, según sus componentes. Cerca de 20 trabajadores, entre hombres y mujeres, con delantales y gorras azules separan el material recogido.

La actividad la realizan desde las 09:00 hasta las 12:00. Después del almuerzo, los trabajadores salen a recolectar hasta la noche.

Manuel Santos, de 64 años, se encarga de sacar los metales. Sentado sobre un pedazo de adoquín, con un destornillador, extrae el cobre del motor de una aspiradora.

Cerca del mediodía sale todo lo recolectado y debidamente clasificado en un camión para la venta a empresas que trabajan con acero, madera, etc. Cada material se vende por peso y por impureza. Por la tonelada de aluminio se obtiene hasta $ 500, por el acero entre $ 250 y $ 280.

En Ecuador se generan aproximadamente 4,1 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos al año, de las cuales el 25% es potencialmente reciclable (papel, cartón, plástico, vidrio y chatarra).

En 2014 se incorporaron 245.000 toneladas a procesos de reciclaje, de las cuales 125.000 toneladas (51%) fueron recuperadas por recicladores de base en las cuatro ciudades analizadas.

En cuanto a la normativa, el estudio indicó que hay un avance en la formulación de políticas públicas para incentivar el reciclaje. A pesar de ello aún no se cuenta con una ley específica para esta actividad.

Tres de las cuatro urbes analizadas (excepto Manta) cuentan con una normativa municipal de los servicios de aseo y gestión integral de los residuos sólidos.

Santos y Simbaña desconocen que en el país rijan ordenanzas y normativas municipales de gestión integral de residuos. Los recicladores desconocen el marco normativo de la Economía Popular Solidaria y sus beneficios. Frente a esto, Guanoluisa indica que se realizan talleres con los recicladores para que conozcan sus derechos y la ayuda que proviene desde el Estado, los gobiernos locales, ONG y la empresa privada. (I)