La regeneración de áreas podría tardar entre 1 y 2 años
El 30% de suelos del planeta está degradado e infértil
A principios del siglo XIX el mundo científico empezó a hablar sobre el cambio climático al detectar por primera vez alteraciones en las épocas glaciares, cambios del clima y un incipiente efecto invernadero.
Este descubrimiento podría haber sido el comienzo para la prevención mundial y el sostenimiento del planeta; sin embargo, no se hizo mucho. En el siglo actual, la comunidad internacional ha expresado su preocupación por este fenómeno y la afectación que representa para las futuras generaciones.
Según el informe del IPCC (Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático), el nivel del mar aumentará entre 19 y 59 centímetros hasta el fin de este siglo. El futuro de la selva amazónica se verá afectado por la deforestación; además, los deshielos del Ártico y de la parte occidental de la Antártica podrían causar inundaciones en zonas costeras.
La organización no gubernamental Cambio Climático aclara que la utilización de combustibles fósiles, como el petróleo, contribuye en aproximadamente 80% a las emisiones de dióxido de carbono (CO2). La industria de carbón y gas natural también aportan a ello y también generan óxidos nitrosos, hidrocarburos y monóxido de carbono.
Con ese panorama, 2015 es un año trascendental para la comunidad científica internacional porque de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP21, que reunirá a 195 países entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre, depende alcanzar acuerdos globales ambientales.
Uno de los propósitos de la cita mundial que se realizará en París busca mantener la temperatura del planeta en 2°C. La temperatura global promedio alcanza los 15°C.
En el próximo encuentro se analizará lo pactado en la COP pasada en Lima, en donde los países se comprometieron a a presentar a las Naciones Unidas hasta el primer trimestre de 2015 sus proyecciones de reducción de emisión de gases para mantener la temperatura a 2°C en los próximos años.
Por ejemplo, la Unión Europea se comprometió a disminuir entre 26% y 28% sus emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2025. La Unión Europea reducirá el 40% hasta 2030.
Lo que se hará en la COP21 será concretar los parámetros de reducción de los 195 países y elaborar un documento jurídicamente vinculante para lograr la meta. Según el IPCC, las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse en un 40 a 70% de aquí a 2050 para llegar a lo esperado.
En este marco, la Alianza Francesa, la embajada de Francia, IRD y el IFEA organizaron charlas en la U. Andina Simón Bolívar sobre la biodiversidad y el cambio climático.
El científico Patrick Lavelle, de la Universidad Pierre y Marie Curie, explicó que en el planeta el 30% de los suelos ha sido degradado, pese a que en ellos vive el 40% de invertebrados que cumplen una función vital de reciclaje de nutrientes y producción de agua. “Además, los suelos mitigan el cambio climático porque casi la mitad de carbono, producto de las emisiones, se va en los suelos y en la biomasa”.
Por ello, Lavelle asegura que los gobiernos deben optar por la agroecología, utilizar abono orgánico y gestionar sistemas agrícolas sostenibles. Si bien reconoce que reconstruir suelos toma años, está convencido de que mantener la biodiversidad del suelo es una forma de mitigar el impacto. (I)
“Hay que pensar una sociedad con bajo carbono”
Es el embajador itinerante de la COP21 para América Latina. En las últimas semanas ha visitado algunos países de la región para mantener contactos con las autoridades. “Es un intercambio de puntos de vista, no se negocia nada. Por ahora tenemos una postura de gran moderación y prudencia como país anfitrión”.
Explicó que la consigna de la COP21 será lograr un acuerdo universal y jurídicamente vinculante que permite llegar a una limitación del aumento de la temperatura de la tierra a 2°C máximo en relación con la época preindustrial.
Mendelson sostiene que caminar hacia esta meta es un trabajo mancomunado que incluye a los actores gubernamentales, seccionales y también a la sociedad civil.
A su criterio, en los países se deben priorizar propuestas que incluyan las energías renovables, pues actualmente la mayor emisión de gases se genera por las energías fósiles. “Hay que pensar a una sociedad con bajo carbono”.
Como una visión muy personal, cree que Ecuador es un país en el que hay sensibilización respecto al cambio climático, precisamente por la biodiversidad que posee. “Es uno de los países con el cual sentimos una voluntad de trabajar por el medio ambiente”.
Si bien reconoce que habrá países que en la negociación prioricen sus intereses y tengan contradicciones, considera que hay que buscar soluciones. “Hay que unirnos para buscar consenso”. (I)
Datos
El último informe de huella ecológica del MAE detalla que la huella de un ecuatoriano es de 1,6, mientras que la per cápita mundial es de 2,6 hectáreas.
En un año puede reducir su huella ecológica 5 veces, si se cambian los focos tradicionales y se colocan los ahorradores. Conducir una bicicleta 50 veces al año, una distancia de 22 km, evitará la emisión de 455 kg de CO2.
Datos recogidos en el Living Planet Report 2012 (informe del Fondo Mundial para la Naturaleza), explican que en la actualidad la Tierra requiere un planeta y medio para regenerarse.
El cambio climático es la modificación del clima a escala global. Aquí intervienen parámetros como la temperatura, presión atmosférica, precipitaciones, nubosidad. Las causas de esta modificación son provocadas por el hombre.