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Ecuatorianos muestran el poderío de sus robots
Por el altoparlante del coliseo de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), en el norte de Quito, cual era futurista, se anuncia una pelea peculiar: dos robots de 30 libras tienen que enfrentarse en un cuadrilátero.
Hasta una jaula de acero, de cinco metros de largo por cinco de ancho, llega Ana María Ñacato, estudiante de noveno semestre de Ingeniería Electrónica de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (Espoch). En sus manos sostiene a Greenbod, uno de los dos prototipos que el club de Robótica de su universidad construyó para participar en dicha categoría.
La joven, que viste una camiseta con el nombre de su plantel, coloca su creación en una esquina de la jaula. Junto con ella están tres de sus compañeros de creación. Uno de ellos exclama: “¡Dale con todo!”.
Segundos después ingresa Esteban Huillcatanda, de la Universidad Politécnica Salesiana de Cuenca (UPS), con su androide Filatuquín.
Luego de que los humanos se apartan del cuadrilátero, el árbitro anuncia el combate de tres rounds.
La primera en atacar es Ñacato. Greenbod cuenta con un rodillo de 3.000 revoluciones por minuto.
Al golpear a su contrincante piezas de ambos prototipos se dispersan por la jaula. Ruedan por la zona de seguridad y caen entre los espectadores que miran atentamente el enfrentamiento.
Filatuquín ataca con un martillo frontal. Trata de golpear a Greenbod, pero su oponente de metal, en un movimiento inesperado, retrocede, lo sorprende desde atrás y tumba a su rival.
Huillcatanda mueve todos los botones de su control, pero su prototipo no reacciona. Los 100 espectadores, aglomerados en el escenario durante la inauguración, cuentan en voz alta: “¡Cinco, cuatro, tres, dos, uno, fuera!” Ñacato gana y pasa a la segunda ronda.
En la UTE, hasta este sábado, se desarrolla el Concurso Ecuatoriano de Robótica (CER). Los universitarios de diversos rincones del país exponen sus creaciones.
Vladimir Bonilla, coordinador de la carrera de Ingeniería Mecatrónica de la UTE, explica que el objetivo del encuentro es mostrar las habilidades de los clubes y organizaciones universitarias dedicadas a la robótica. “Estos encuentros ayudan a que el desarrollo y las destrezas puedan compartirse”.
Los visitantes, que pueden ingresar gratuitamente, encontrarán 689 prototipos desarrollados en el país.
Los estudiantes de la Espoch cuentan que seis meses les tomó la construcción de su dispositivo. “Para su invención aplicamos los conocimientos en mecatrónica y electrónica. Todo el club participó en el desarrollo”, dice Ñacato.
Otra de las competiciones de los atletas de metal es el seguimiento de línea de velocidad.
Esta actividad consiste en avanzar por una ruta en el menor tiempo posible.
Alexander Izquierdo y Vladimir Balcázar, de la Unidad Educativa Principito (Machala), intervinieron en este reto. Ambos adolescentes hicieron correr a sus robots, los cuales construyeron con ayuda de sus maestros y padres.
Los prototipos que intervinieron en los partidos de fútbol fueron elaborados exclusivamente por los estudiantes. Las creaciones deben conducir un balón hasta un arco. Un árbitro vigila el encuentro. Los jóvenes se tomaron entre uno y tres meses en armarlos. No se aceptan dispositivos comerciales. (I)
Datos
La agenda. Hoy se realizarán las batallas de robots de 120 libras (los más grandes del concurso). Los creativos inscribieron 140 prototipos.
Las categorías en las que concursan son robot bailarín, mini batalla, carrera de humanoides, creatividad LEGO, fútbol, laberinto, programación industrial, seguidor de línea, pelea de bípedos, transformers y robots trepador y volador.
En los partidos de fútbol cada equipo debe contar con dos jugadores. Se disputan dos tiempos, cada uno dura siete minutos.
El Concurso Ecuatoriano de Robótica se realiza en la UTE (Rumipamba y América). La entrada es gratuita. El evento se desarrolla desde las 09:00 hasta las 16:00. Culmina mañana.