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Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Ecuatoriano que sobrevivió a caída de 47 pisos en Nueva York cuenta su historia

Alcides Moreno (centro) conoció en 2008 a los miembros del Departamento de Bomberos de Nueva York que lo rescataron.
Alcides Moreno (centro) conoció en 2008 a los miembros del Departamento de Bomberos de Nueva York que lo rescataron.
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Sobrevivió milagrosamente a una caída de 47 pisos en un accidente laboral. Alcides Moreno protagonizó un episodio asombroso el 7 de diciembre del 2007, cuando se rompieron las sogas del andamio en el que limpiaba vidrios con su hermano Edgar, en un rascacielos de Nueva York, Estados Unidos y ambos cayeron al vacío.

Edgar falleció, pero Alcides sobrevivió a una caída de 153 metros (500 pies) tras aferrarse al andamio y aterrizar encima de el.

En la calle, los bomberos y paramédicos encontraron ese día una escena desgarradora: Edgar había caído sobre una valla de madera y su cuerpo estaba lacerado, por lo que no había forma de ayudarlo.

Alcides, en cambio, fue encontrado en cuclillas entre una pila de metal retorcido, agarrado a los controles de los andamios, respirando, pues dijo que estaba tratando de ponerse de pie, pero no lo lograba.

Alcides fue trasladado de urgencia a un hospital cercano, donde fue puesto en coma inducido.

Había sufrido lesiones en el cerebro, la columna vertebral, el tórax y el abdomen, y tenía fracturas en las costillas, en el brazo derecho y en ambas piernas.

Fue sometido a numerosas cirugías, incluyendo una que se le insertó un catéter en su cerebro para reducir la hinchazón, además de recibir poco más de 11 litros de sangre.

"Si estás buscando un milagro médico, esto ciertamente califica", dijo el doctor Herbert Pardes, entonces presidente y director general del Hospital Presbiteriano de Nueva York, en una conferencia de prensa en aquellos días.

Alcides despertó casi 3 semanas después, en la Navidad de 2007, con su esposa Rosario junto a su cama.

"Mi mente estaba tan borrosa", dice al explicar que no tenía ningún recuerdo de la caída.

¿Sabía lo que había sucedido a su hermano? "Entendí que debía estar muerto, porque miré alrededor y solo estaba yo y mi esposa", asegura.

Una investigación sobre el accidente encontró que el andamio no había recibido el mantenimiento adecuado y que los nuevos cables motorizados, que unen a la plataforma de lavado de ventanas con el edificio, no habían sido correctamente anclados al techo.

Los dos hermanos, originarios de Ecuador, habían llegado a EE.UU. en la década de 1990 en busca de trabajo.

"Perderlo a él fue un gran problema para mí", explica Alcides Moreno.

"Edgar vivía conmigo en Nueva Jersey, y compartimos muchas cosas. Trabajó conmigo y murió trabajando conmigo", añade.

Su muerte le causó melancolía durante3 años, pues dice que ese es el tiempo que le llevó aceptar su muerte: "Fue como perder a un hijo, porque él era más joven que yo".

Alcides, ahora de 46 años, recibió un pago de una compensación para él y su familia y se trasladó a Phoenix, Arizona, donde dice que el clima cálido es bueno para los huesos.

"Tengo todas las cicatrices en mi cuerpo y debido a las lesiones en la espalda, no puedo correr, solo caminar", dice. "No soy como yo solía ser. Pero gracias a Dios puedo caminar, lo que es increíble para mí".

El año pasado, Alcides Moreno se convirtió en padre por cuarta vez.(I)

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