El clima, la cercanía entre regiones y los beneficios que el Estado ecuatoriano da a los adultos mayores son los atractivos que convencieron a 734 jubilados extranjeros de residir en Ecuador.

Datos de la Cancillería indican que en 2017, 289 foráneos retirados obtuvieron una visa de residente temporal jubilado, en 2017. En 2018 fueron 337 y en lo que va de 2019 se emitieron 108 de estos documentos.

La urbe nacional que más atrae a los extranjeros es Cuenca. En 2018, según, la Cámara de Comercio de esta ciudad estimó que cerca de 6.000 foráneos son residentes permanentes en la capital del Azuay. De ellos, el 95% procede de Estados Unidos, el 3% de Canadá, el 1% de Alemania e igual porcentaje de Australia.

En 2015 la Cancillería registró que en Cuenca vivían, de forma permanente, más de 8.000 estadounidenses; con europeos y canadienses sobrepasaban los 12.000 residentes extranjeros.

Ese año, Julie Simmons cumplió tres décadas viviendo en la urbe azuaya y aún es su hogar. Ella llegó a Ecuador por recomendación de una amiga. En Alabama, Estados Unidos, ambas eran enfermeras y al jubilarse, su excompañera se radicó en Cuenca con su esposo, Robert Hanson. Él recibe una pensión de $ 2.500, mientras que la de su conviviente es de $ 1.200.

La pareja -relata Julie- optó por viajar y manejar varias opciones. Vivieron un mes en Medellín, Colombia, pero esa urbe no se acomodaba a sus necesidades.

Además de confort, ellos, por su edad, 70 y 73 años, buscaban una ciudad pacífica, tranquila, con actividades culturales y espacios verdes. Así fue como llegaron a Cuenca. Después de instalarse recomendaron este destino a sus conocidos.

Un estudio realizado por la Universidad de Cuenca indica que para vivir, los extranjeros prefieren zonas cercanas al Centro Histórico, por lo menos a 15 minutos de distancia en vehículo. Esto ha causado que las propiedades en ese radio de acción aumentaran considerablemente el valor.

“Esto beneficia al propietario del terreno que vende su bien, pero va en desmedro de los residentes habituales porque encarece su costo de vida”, señala el estudio universitario.

Matthwe Hayes,  académico de la Saint Thomas University de Canadá, considera que la presencia de extranjeros se asocia a las nuevas formas de migración económica en el país. Este tema fue analizado por el experto en el seminario regional “Movilidad humana en América Latina y Ecuador: nuevos contextos y desafíos”, organizado por la Cancillería y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

El Cabildo cuencano realizó un estudio sobre los impactos socioeconómicos de la migración residencial de norteamericanos y europeos.     

La investigación reveló que la mayor proporción de extranjeros habría llegado -la mayoría- en el período 2012-2016, el 83% es de inmigrantes residenciales y el 85% se estableció con visa de jubilados.

Según la Dirección de Visados y Naturalizaciones de Cancillería, los retirados provienen especialmente de Estados Unidos, que suman 2.677; le siguen de Canadá, con 189; de España se registran 120, de Venezuela suman 70, de Italia 63 y de Alemania 42. Los demás son de Gran Bretaña, Francia, Suiza, Colombia, Holanda, Bélgica, Suecia, Australia, entre otros.

Los extranjeros retirados buscan un proceso de envejecimiento activo y exitoso, lo que concuerda con la Ley de Movilidad Humana, que les otorga beneficios, mientras que localmente significa una inyección de recursos, indica la Municipalidad de Cuenca.

Otro de los destinos preferidos de los adultos mayores foráneos, en Ecuador, es Cotacahí, donde habitan cerca de 1.000 extranjeros. A esta ciudad se suma Vilcamabamba, en Loja.   

Los retirados encontraron en Ecuador acceso a servicios y atención en salud pública o en muchos casos privada a precios, relativamente, bajos. A estos beneficios se suma el costo accesible de las visas, las tarifas preferenciales en los transportes vial y aéreo y en los espectáculos públcios.

Quienes cuentan con visas permanentes, incluso pueden ingresar a Ecuador su menaje de casa.

El investigador canadiense calcula que este grupo anualmente genera alrededor de $ 144 millones, con ingresos que mensualmente ascienden a $ 1.500.

“Estos números demuestran la potencia de una población pequeña de migrantes para la economía local”. Asimismo se producen otros impactos positivos, como generación de fuentes de trabajo, principalmente asociados a servicios y aumento del voluntariado en favor de comunidades desfavorecidas.

Por la comodidad que sienten los extranjeros radicados en el territorio nacional, Ecuador es considerado uno de los 10 mejores países para jubilados, según el informe de la Revista International Living.

Para elaborar el ranking, el estudio asignó un puntaje diferenciado en 13 categorías.

En Ecuador estuvo el corresponsal Jim Santos, quien en su reseña menciona que el país “ofrece diferentes tipos de lugares para vivir; puede tener un clima cálido durante el año en la Costa, un clima más templado en los Andes, la vida de las pequeñas aldeas, las comodidades de las grandes ciudades y todo lo demás”.

Santos narra que existen “playas que son cálidas en el año, pero que rara vez están calurosas, y en las colinas sectores  que no se necesitan un sistema de calefacción o enfriamiento”.

Respecto a costos para vivir en Ecuador dice: “hay algo para todos, independientemente del presupuesto”. El corresponsal señala que los alquileres y oportunidades para comprar en el interior son abundantes y asequibles.

Indica que es común encontrar, distribuidos por el país, sobre todo norteamericanos, extranjeros que disfrutan de un estilo de vida relajado.

En algunos sectores, como Loja, donde hay pocos expatriados, según Santos, los ecuatorianos hacen que los jubilados extranjeros se sientan como en casa.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) hasta 92 nacionalidades distintas conviven en Cuenca. (I)