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Ecuador encamina acciones para eliminar la malaria en 6 años
El paludismo o malaria es una enfermedad causada por parásitos del género Plasmodium que se transmiten al ser humano cuando es picado por la hembra infectada del mosquito anofeles, también conocido como vector del paludismo.
Existen cinco especies de parásitos causantes del paludismo en el ser humano, pero las más comunes, en su orden, son los Plasmodium falciparum y los Plasmodium vivax.
El pasado 25 de abril, Día Mundial del Paludismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió que se acelere la ampliación de los esfuerzos por prevenir la afección y salvar vidas.
En 2016 la tendencia en el aumento de casos de malaria se mantuvo en Ecuador, Colombia y Venezuela. En las provincias ecuatorianas de la Costa, Sierra y Oriente se registraron 1.191 contagiados, mientras que en 2015 fueron 686.
El incremento se debió a factores climáticos originados por el fenómeno El Niño, a la alta movilidad migratoria en las fronteras y a las consecuencias del terremoto, explicó Adriana Echeverría, coordinadora de Enfermedades Zoonóticas y Metaxióicas del Ministerio de Salud Pública (MSP).
La funcionaria añadió que también incidió “el fortalecimiento del sistema de diagnóstico precoz y de tratamiento oportuno” que desarrolla la institución para que cada paciente sospechoso de malaria que acude a un centro de salud sea atendido dentro de las 24 horas y hasta 72, si llega desde localidades alejadas.
Cuatro provincias fronterizas tienen alto índice de afectados: “Esmeraldas, por su cantón San Lorenzo; Orellana por el cantón Aguarico; Pastaza; y Morona Santiago con su cantón Taisha. Son localidades que limitan con países que tienen una alta carga de la enfermedad y que manejan casos cada semana”.
En esas provincias, el MSP ha movido los sitios de diagnóstico lo más cercano posible a los límites con Colombia y Perú, ya que la mitad del registro de casos proviene de esas nacionalidades. “Nuestra frontera es abierta y la migración es alta. Ellos vienen a nuestro país para atenderse y luego regresan al suyo. La transmisión es en sus territorios y el diagnóstico acá (en Ecuador)”, comentó Echeverría.
Pese a la alta incidencia de 2016, sostuvo que Ecuador realiza acciones encaminadas a la erradicación de la transmisión de la malaria antes de 2030, que es el plazo previsto en una lista de países elaborada por la OMS y Organización Panamericana de la Salud (OPS). “Nuestra meta nacional es 2023”.
Desde enero hasta mediados de abril hubo 278 casos a nivel nacional. En Morona Santiago, 112; en Pastaza, 74; en Esmeraldas, 48; y en Orellana, 44. “Este año hemos tenido una reducción en relación con la semana 15 de 2016”.
Los pacientes que reportan la mayor tasa con paludismo corresponden a la población económicamente activa que está entre los 20 a los 45 años, debido a que son migrantes, precisó Echeverría.
Sin embargo, toda persona, sin importar edad, sexo o condición, puede ser afectada, señaló Joyce Andrade, infectóloga pediatra del hospital de niños Dr. Roberto Gilbert. Incluso, una mujer en estado de gestación puede transmitir el virus a su bebé.
“La fiebre es el síntoma de debut de todas las enfermedades, pero si tiene una recurrente que pasa del séptimo día, ya se debe hacer el estudio de gota fría, que identifica el parásito”.
Según los archivos del centro pediátrico de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, entre 2013 y 2016 se registraron 5 casos que fueron tratados ambulatoriamente, debido a que “el paludismo es una enfermedad que, a no ser que se manifieste como grave (paludismo cerebral o anemia severa), el niño no se hospitaliza sino que se observa y controla con un tratamiento específico”, expresó la especialista.
Pese al incremento local, Ecuador es uno de los países que presenta la tendencia más marcada en reducción de malaria en los últimos años en las Américas. En una década, redujo en 93% los casos de paludismo. En 2003 se registraron más de 100.000 al año, mientras que en 2013 la cifra disminuyó a 378.
El último fallecido por malaria se reportó en 2008. En caso de síntomas, Echeverría recomendó acudir al centro de salud más cercano y por ningún motivo automedicarse.
El MSP trabaja en la difusión y prevención de la enfermedad, basado en un plan de contingencia que involucra a la comunidad y establecimientos de salud.
En las provincias de la Amazonía hay etnias que tienen otras costumbres y por eso se labora con un promotor comunitario que colabora con el MSP y con los comités locales de salud que intervienen como líderes, dando el mensaje para que los pacientes completen el tratamiento que indique el médico.
En cambio -explicó Echeverría-, por el lado de San Lorenzo se trabaja en el fortalecimiento del diagnóstico. “Analizamos la posibilidad de aumentar los puntos en esa frontera”. Además, destacó la importancia de eliminar los criaderos de mosquitos -que son las aguas estancadas con malezas- y cubrir bien el líquido que se reserva en tanques para uso en las viviendas. También aconsejó utilizar ropa larga, repelentes y mosquiteros.
Señaló que es un poco difícil que la comunidad cumpla con la prevención. “Todos tienen participación y responsabilidad para evitar la transmisión de la enfermedad”. (I)
En 2015, casi la mitad de la población del mundo corría el riesgo de tener paludismo. La mayoría de casos y muertes ocurren en África, Asia, Latinoamérica y Oriente Medio.
Según estimaciones publicadas en diciembre de 2016, en 2015 se registraron 212 millones de casos de paludismo que ocasionaron la muerte de unas 429.000 personas.
No existe vacuna contra la malaria. Hay estudios en los que se trabaja, pero por ahora solo existen medidas de prevención, como el uso de toldos, guantes, repelente y ropa que proteja brazos y piernas.
Ecuador refuerza el control vectorial en las zonas de riesgo, a través de actividades de concienciación ciudadana sobre el control vectorial; identificación y destrucción de criaderos. (I)