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Dormir poco repercute en el sistema inmunológico

Dormir poco repercute en el sistema inmunológico
09 de febrero de 2014 - 00:00

Las largas jornadas de estudios, comer algo pesado por la noche o pasar conectado a internet hasta altas horas son las causas de que una persona no pueda dormir. Hay quienes tampoco lo consiguen sin realizar ninguna de estas actividades.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de la población presenta problemas para conciliar el sueño en algún momento de su vida.

Reina Mendieta, de 35 años, es uno de estos casos. Recuerda que en una ocasión se quedó dormida en una reunión de trabajo. “Para mí es angustiante cuando llegan las dos, tres de la madrugada y no puedo dormir. Ni siquiera tomarme un té o escuchar música relajante me ayuda, creo que se debe a que no me alimento bien”, dice.

Para el neurólogo Francisco Corredores Torres, en el país existe una falta de importancia del sueño en la vida de una persona, sea sana o enferma. Explica que dormir poco repercute en el sistema inmunológico del organismo.

Quienes duermen menos horas de lo aconsejado (6 a 8 horas en los adultos) “se les baja su inmunidad y se predisponen a obtener virus entre ellos los oncovirus que provocan cáncer”. También los problemas respiratorios son frecuentes “más en los pacientes enfermos con edema pulmonar y tienen baja oxigenación. Ellos no duermen casi nada”.

¿Cuáles son las consecuencias de dormir poco? Para el neurocirujano Pablo Carrión, la falta de sueño placentero, tanto en calidad como en tiempo, impide que el cerebro elimine las toxinas que produce durante el día.

“Cuando esto no sucede a la mañana siguiente es común que se presenten dolores de cabeza, mal carácter, alteraciones en el apetito, nerviosismo, trastornos de digestión, estreñimiento, diarrea y una serie de situaciones de tipo emocional y también orgánico”, explica.

Con la falta de sueño aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y cerebro vasculares. Mientras que a nivel reproductivo, Carrión indica que se presentan alteraciones en la menstruación de las mujeres y dificultades para embarazarse, en los hombres causaría impotencia sexual.

Según Carrión, el sueño es el reflejo de cómo se encuentra el cuerpo. Un reciente estudio en Suecia reveló que la falta de sueño en una sola noche provoca procesos neurodegenerativos.

Tratamientos

En el país la necesidad de estudiar los trastornos ha impulsado a crear clínicas, institutos y laboratorios privados para tratarlos y diagnosticarlos.

Gabriel Tapia, gerente de Insomnolab, uno de los centros privados que desde 2005 ofrece el servicio en Quito, asegura que el número de pacientes ha mejorado con el transcurso de los años. “Al principio no era tan conocido y eran esporádicos porque en el país falta información. Las personas consideran que si no duermen bien no pasa nada”, dice.

Expresa que en enero se atendieron 20 pacientes. Todos pasaron por el examen de polisomnografía, que consiste en monitorear al paciente durante una noche a través de múltiples electrodos en la cabeza, músculos y todo el cuerpo. Su costo, según Tapia, es de 450 dólares. “Con este examen podemos identificar si el problema por el que no puede dormir se debe a algo físico del organismo, psicológico o emocional, pero por lo general es de tipo fisiológico”, agrega.

El neurólogo Corredores, quien es parte del equipo de la Clínica del sueño del Ommnihospital en Guayaquil, comenta que a diario ve pacientes con trastornos para dormir que frecuentemente llegan por insomnio, hipersomnia (también conocida como somnolencia), excesivo sueño profundo y dificultad para mantenerse despierto en el día.

También menciona la iatrogenia ocasionada cuando los pacientes toman fármacos inductores del sueño por recomendación de amigos, “por poco tiempo ayuda a dormir, pero a la larga quita el sueño. Esa persona pasa con sueño superficial”.

Recientemente en la parroquia Atahualpa, en Santa Elena, fue inaugurado un centro de apoyo comunitario con el servicio de la habitación de sueño. La Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) está a cargo del proyecto. Según Jorge Calderón, director del centro de investigaciones de la UEES, allí se estudiarán las dolencias asociadas con dormir poco. A más de la salud, las actividades laborales y las relaciones familiares y amorosas son afectadas porque las personas pasan deprimidas e irritables. “En casos extremos hay tendencias suicidas”.

En el Instituto de Neurociencias de Guayaquil, el director técnico, Fabrizio Delgado, indica que a mediados de agosto se inaugurará el Centro de Investigaciones Cerebrales (CIC) para evaluar a quienes no pueden dormir y así mejorar su calidad de vida.

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