Las plataformas educativas, los correos electrónicos (e-mail) y los grupos de WhatsApp son los recursos que utilizan los maestros, tras la suspensión de clases, para enviar tareas a los estudiantes del régimen Sierra y Costa.

El Ministerio de Educación (MinEduc) remitió a los planteles un documento de sugerencias de apoyo pedagógico para evitar que los alumnos se perjudiquen más por el paro que se vive en el país.

La guía plantea el desarrollo de actividades en casa para fortalecer las capacidades de manera lúdica, creativa y cooperativa.

Los docentes -reza el texto- tienen que reforzar los aprendizajes a través de actividades y estrategias de trabajo presencial y autónomo.

Por ejemplo, a Mateo Panchi, quien es alumno de segundo de bachillerato de la Unidad Educativa fiscal Manuela Cañizares (Quito), le llegó un correo de su docente de historia.

En la misiva, el catedrático le pidió que observara los videos adjuntos al e-mail y que llenara las fichas de lectura sobre el imperialismo del siglo XIX.

El estudiante considera que le servirá para no atrasarse en la revisión del contenido del pénsum. “A mis amigos les llegó algo similar, pero de otras materias”.

La cartera de Estado plantea la revisión de contenidos en las áreas de lengua y literatura, matemática, ciencias naturales y sociales.          

Los destinatarios de las actividades son los alumnos del subnivel elemental, medio, superior y bachillerato general unificado.

En el caso de Paula Cobo,  que cursa el primero de bachillerato de la Unidad Educativa Alvernia (Quito), le llegó la notificación de que debía revisar páginas del libro Ciudadanía y responder un cuestionario.

La docente Gabriela Córdova, que enseña química en la Unidad Educativa ISMA, usó internet para notificar a los chicos (con copia a los padres) la revisión de subtemas sobre nomenclaturas. “También les pedí que realizaran cinco ejercicios”.

También en Guayaquil, apoyados en los  recursos tecnológicos, los profesores enviaron tareas para desarrollarlas en la casa.

La madre de familia Yomaira Olvera recibió, a través de WhatsApp, un mensaje de texto con enlaces para su hijo. Su vástago tiene que observar un video a pedido de su maestro. “Esta aplicación permitirá, a pesar de no tener megas en el plan de teléfono, ver la asignación de las tareas. De esta forma, los que carecen del servicio de internet en casa no tendrán que salir a un ciber”.

De igual manera, desde el lunes Cinthya Mendieta recibe mensajes acerca de las tareas que su hijo debe hacer   esta semana: multiplicaciones y formación de oraciones son algunas.

¿Qué deben hacer los chicos mientras están en la casa?
La psicóloga Paola Cercado,  de la Asociación Ecuatoriana de Bienestar Infantil (AEBI), aconsejó a los padres de familia que les aclaren a sus hijos que no se encuentran de vacaciones, sino que se precautela su seguridad física.

Una opción -explicó- es la promoción de la lectura. La idea es que no se “instalen” frente a la televisión sin hacer nada.

Al mismo tiempo, recomendó a los progenitores que se contacten con los profesores para ponerse al día con las tareas y no llevar a los menores a los trabajos porque no son sitios seguros.

Por ejemplo, Lorena García compró una pizarra acrílica para usarla con su hijo, Saúl, de 4 años. 

En estos días, ella refuerza la enseñanza de las vocales y palabras nuevas para enriquecer el vocabulario del alumno de kínder.

La promoción de la lectura y la selección adecuada de los libros es una de las tareas planteadas entre las recomendaciones del MinEduc.

Ese Ministerio, hasta la tarde de ayer, aún no tenía definida la forma de recuperar las clases. Monserrat Creamer, titular de la entidad, dijo que hay la posibilidad de extender en dos o tres días la finalización del primer quimestre, así como la calificación de trabajos que se envían a casa.

Pero no se contemplaría una extensión de la jornada diaria o la utilización de los fines de semana. “Debemos determinar cuántas horas al final se perdieron y ahí definir cuál será el plan de recuperación”. (I)