Este año será diferente: la mayoría de papás pasarán en sus hogares confinados a causa del covid-19, pero felices junto a sus hijos.

Sin embargo, otros no tendrán que celebrar porque debido a la mortal enfermedad perdieron no solo a su progenitor, sino a madres, hermanos, tíos y demás familiares.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en el país se registraba hasta hace un lustro (en 2015), 3’810.548 hogares, de los cuales, el 71% (1’961.562) eran padres los que ejercían el liderazgo y tenían hijos bajo su responsabilidad directa: cuidado, manutención y crianza.

Si bien el INEC indicó oportunamente que los datos presentados no corresponden al total de padres que hay en Ecuador, un trabajo técnico les permitió recabar ciertos datos interesantes, que son parte del banco de datos de sus bibliotecas virtuales y que hoy EL TELÉGRAFO “desempolva”, edita, tabula y presenta como un homenaje al “rey del hogar”.

¿Qué dicen las cifras?

De esa importante estadística del INEC se desprende que el 3% de los padres jefes de hogar se encontraban en el desempleo.

Sin embargo, actualmente esa cifra seguro se ha incrementado debido a la crisis económica, social y sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus, que ha empujado al cierre de muchas empresas y, por consiguiente, al despido de miles de trabajadores, entre ellos papás que son cabeza de hogar.

Otra cifra interesante que arrojó aquel trabajo del INEC era que 9 de cada 10 padres jefes de hogar eran parte de la Población Económicamente Activa (PEA) y uno de la Inactiva.

Igualmente, hoy esa cifra habrá variado a consecuencia de la crisis económica: en las calles es común ver ahora a muchos padres buscando ingresos desde el trabajo informal, desde el emprendimiento, para conseguir el sustento diario del hogar.

Según el INEC, los jefes de hogar que en cambio forman parte de la Población Económicamente Inactiva (PEI) son: 22,6% el segmento de jubilados; 21,5% discapacitados; 15,6 papás que se dedican a los quehaceres doméstico; 4,9% estudiantes; 1,5% que viven de las rentas; y 33,9% que se dedican a otras actividades.

Psicólogos educativos como María Laura Terán dijeron a este Diario que una mayor convivencia de los padres que son jefes del hogar, en esta época de confinamiento, beneficia porque “se convierten en maestros de sus hijos para formarlos como personas y guiarles en sus tareas estudiantiles.

Remarcó que eso se evidencia más desde marzo pasado, debido justamente a la cuarentena, ya que los niños reciben clases virtuales y los deberes son enviados a través de los chats en los que participan padres de familia, maestros y estudiantes”.

Erick Hernández, joven padre de Nicolás, de 6 años, quien esporádicamente trabaja en la cerrajería de su padre ubicada en la Ciudadela Tarqui, al sur de Quito, acompaña a su niño a desarrollar los deberes.

“Es un orgullo, una oportunidad única, estar cerca de él y saber que esta aprendiendo y que cumple con las tareas encomendadas por los maestros”, resaltó con el corazón a punto de “salirse” del pecho por tanta emoción.

Así se expresa Erick, quien es parte de esos padres que son jefes de hogar y que se ubican en edades promedio de 44 años.

Según ese trabajo técnico del INEC, el 40% de jefes de hogar que son padres tienen instrucción primaria.

De ese mismo trabajo estadístico se estableció que los jefes de hogar, según el número de hijos que viven con ellos, el 14% tiene más de tres hijos; el 20% hasta tres hijos; y, el 32%, un hijo. (I)