Punto de vista
Desde París.... El Cambio climático y el Buen Vivir
Sabemos que el cambio climático no es solo un tema ambiental sino que se ha convertido en uno de los temas geopolíticos y económicos más importantes de la humanidad, porque se relaciona con el derechos al desarrollo, la seguridad humana y el Buen Vivir de las personas.
El Sumak Kawsay o Buen Vivir incluye la satisfacción de las necesidades, una calidad de vida digna, el florecimiento saludable de todos y todas, en paz y armonía con la naturaleza y la prolongación indefinida de las culturas humanas.
El cambio climático altera los ecosistemas, afecta las fuentes de agua al alterar el ciclo hidrológico -por ejemplo- con el derretimiento de los glaciares y la desecación de los páramos. Afecta a la agricultura por ampliación o reducción de las fajas climáticas. Afecta la salud humana porque en áreas con más inundaciones por ejemplo, pululan los insectos causantes de enfermedades trasmisibles.
Las zonas costeras son vulnerables al cambio climático por estar en contacto con los océanos y por tanto sujetas a los eventos meteorológicos relacionados con estos. Adicionalmente existe un aumento de la población en zonas costeras motivado por movimientos migratorios hacia la costa en búsqueda de recursos y el incremento de actividades socioeconómicas. Entre otros eventos, se anticipa una elevación acelerada del nivel del mar de más de 0,6 m hasta el año 2100.
El cambio climático por ende afecta la seguridad alimentaria, la seguridad hídrica, la salud pública y la misma vida de las personas. Exacerba las condiciones de pobreza y de exclusión y deteriora las relaciones con los ambientes naturales debido a la necesidad de más recursos.
La lucha contra el cambio climático debe, pues, ser parte de las luchas globales y locales por una vida mejor tanto a nivel de las grandes cumbres mundiales, como en el nivel local. Es por esta razón que la posición del Ecuador en la Conferencia de París es lograr un acuerdo obligatorio y justo que reduzca las emisiones de parte de las economías desarrolladas y que además podamos contar no solo con los recursos económicos para combatir los efectos devastadores del cambio climático sino con las tecnologías y las capacidades necesarias.
Las negociaciones siguen su curso y se tornan cada vez más complicadas. El lunes 7 regresan los ministros a París para avanzar en el acuerdo que el mundo espera. (O)