Delegación asiática visitará zona del volcán Antisana
Las naciones ribereñas del río Indo en Asia (IRB), al igual que los países andinos, dependen de los recursos hídricos provenientes de glaciares. En el caso de Ecuador el agua que sirve para la potabilización y otras actividades proviene de glaciares como el Antisana, ubicado entre Napo y Pichincha.
La previsible desaparición de los glaciares, debido a los efectos del cambio climático, afectaría también al páramo. Este hábitat es vital para el ambiente, no solo por su biodiversidad, sino también por la capacidad de almacenar y regular la provisión de agua.
Conociendo esta realidad, durante los últimos dos años el Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE) ha implementado el Proyecto de Adaptación al Impacto del Retroceso Acelerado de Glaciares en los Andes Tropicales (PRAA) junto a Bolivia, Ecuador y Colombia. El objetivo es fortalecer los ecosistemas y la economía de los pueblos aledaños a los páramos.
Al encontrarse el PRAA en la fase final, el MAE anuncia que intercambiará experiencias con especialistas de China, Afganistán, India y Pakistán, quienes hacen uso de los recursos de la ribera del río Indo.
La delegación extranjera visitará mañana el Antisana para valorar la experiencia nacional y analizar la posibilidad de repetirla en sus países. En esta zona, la iniciativa PRAA contribuyó con el incremento y mejora de las redes regional y nacional andinas del monitoreo de glaciares, páramos y clima.
Eduardo Noboa, subsecretario de Cambio Climático del MAE, explica que gran parte del agua que se consume en el país proviene de la interacción entre páramos, glaciares y bosque nublado. “Hemos entendido que más que el glaciar, el que provee del agua es el ecosistema del páramo. Es como una esponja que almacena este líquido”, comenta.
Según él, es sumamente importante cuidar este ecosistema de altura, pues muchas veces es utilizado para la agricultura. “Las medidas que tenemos son restaurar las zonas de páramo que han sido degradadas para que podamos tener este sistema”, dice.
El proyecto PRAA también fortalece un programa hidrometeorológico que evalúa el funcionamiento del clima, el agua y su proceso para identificar medidas de adaptación a los cambios climáticos. Según el Inamhi, los glaciares ecuatorianos se han reducido entre 30 y 50% en los últimos 30 años.