De Estados Unidos a Ecuador para realizar labor social
Thomas no hablaba español, pero desde su llegada a Ecuador ha aprendido algunas palabras y poco a poco amplía sus conocimientos del idioma. Entre risas, titubeando al buscar en su mente la palabra correcta para expresarla en un español vacilante, dice que los platos que más le han gustado son la “empanada de carne, sopa de pollo, arroz con pollo y empanada de queso”.
Tanto él como sus compañeras conocían poco, o casi nada, sobre Ecuador. Pese a ello, no dudaron en postularse cuando supieron sobre la posibilidad de viajar al país para realizar trabajo comunitario.
Fue así como Alissa Malbrough, Ivah Levi y Thomas Webb, todos de 21 años, resultaron seleccionados y hace cuatro semanas salieron de su natal Estados Unidos y llegaron a la provincia de Guayas. Desde entonces han colaborado en diferentes actividades con comunidades de escasos recursos.
Los tres jóvenes participan en un convenio entre la Prefectura del Guayas y el Centro Ecuatoriano Norteamericano (CEN), mediante el cual participarán por tres meses en labores de ayuda social del organismo provincial, al tiempo que dan clases de inglés a los alumnos del CEN.
El objetivo es que fortalezcan sus conocimientos y repliquen en territorio estadounidense lo aprendido en Ecuador. Han estado en zonas como la Isla Trinitaria, los Guasmos y en los cantones Salitre y General Villamil.
El programa se denomina “Afro American Connections Program” y está dirigido a la inclusión de las comunidades afro en diferentes países. Los tres jóvenes de piel negra, sonrisa amplia y desbordante optimismo son estudiantes de la Universidad de Claflin, en Carolina del Sur, y llegaron de intercambio. Viven en casas de familia que los acogen temporalmente y comparten la inquietud por realizar trabajo comunitario.
Con la ayuda de una traductora, Thomas Webb cuenta que siempre ha querido crear un centro que acoja a niños sin padres o que no tengan los recursos para poder desenvolverse en la sociedad. “Y esta es una manera de empezar: brindarles diferentes oportunidades a la comunidad”.
Es el menor de tres hermanos y en Estados Unidos ha tenido la oportunidad de colaborar con un refugio de animales y ayudar a estudiantes con tutorías y asesorías extracurriculares. Este trabajo comunitario lo preparó para la experiencia en la provincia de Guayas.
“Me ha gustado ver las comunidades, el ambiente, ver cómo la gente se conecta una con la otra. Me gusta que hay programas que le entregan a las personas de escasos recursos mucho de lo que necesitan y que también ayudan a niños con habilidades especiales”.
Thomas destacó también el acercamiento de la tecnología a las personas, enseñándoles el manejo de computadoras en los Centros Tecnológicos Populares (CTP). “Retribuir a la comunidad ha sido una gran experiencia”.
El joven activista por los derechos de la comunidad afro considera que este grupo ha aumentado su protagonismo, lo que le ha permitido alzar su voz “y el que se escuchen sus preguntas y sus inquietudes se ha consolidado”.
Sobre su trabajo en Ecuador reconoce que ha sido un poco difícil por el hecho de no dominar el idioma español. “Pero me he dado cuenta de que al estar en las comunidades trabajando, ellos, al notar y reconocer a alguien de su mismo color de piel, son mucho más abiertos. Se me acercan, saludan, me abrazan. Así se facilita el acceso”, relató el joven estadounidense a través de la intérprete.
Ivah Levi (d) y Alissa Malbrough (centro) participan en las clases de computación en los CTP de la Prefectura. Foto: Cortesía Prefectura del Guayas.
De Guayaquil le ha encantado la amabilidad de la gente y le han gustado mucho la Perla, Las Peñas y el Malecón 2000. En eso coincide con Alissa Malbrough, quien disfruta el plátano verde, los maduros y los patacones. “Soy vegetariana. La familia anfitriona me cocina y me ayuda con la alimentación”, comenta con un español más fluido que el de su compatriota.
En Estados Unidos ella ha trabajado con comunidades, ha sido tutora de inglés y español, de ahí viene su manejo del idioma. Además, colabora en guarderías. “En Ecuador, en el trabajo con la comunidad me ha gustado tener la oportunidad de compartir con la gente, abrirme con ella, conocer sus experiencias de vida, la parte de la educación, y de alguna manera contribuir con estas poblaciones que necesitan de nuestro voluntariado”.
Confiesa que siempre le ha gustado servir a la comunidad. “Por eso me abro a nuevas oportunidades, como venir a Ecuador y conocer historias. Por ejemplo, en un CTP conocí a una chica de 14 años que había ganado una competencia tecnológica. Me gustó mucho saber que la juventud se está esforzando por superarse”.
Los jóvenes consideran importante entender la convivencia de una comunidad extranjera y esa experiencia los ha enriquecido como personas. Con una sonrisa, Alissa cuenta que en Latinoamérica se ha acostumbrado a que la abracen o la saluden de beso en la mejilla, como en Ecuador. “En Estados Unidos no es común ser tan expresivos”.
Alex Klaere, director de Desarrollo Comunitario de la Prefectura del Guayas, explicó que los jóvenes han colaborado en brigadas médicas, equinoterapia y en los CTP, entre otros programas. “De esta manera exponemos lo que hacemos aquí y ellos se llevan la experiencia de cosas que normalmente no hacen en su patria, pues aquí vivimos otra realidad, otra cultura. La idea es desarrollar ese intercambio cultural con personas afrodescendientes”.
Por su parte, Carlos Coello-Beseke, coordinador de Programas Internacionales del CEN, señaló que con este intercambio se busca reforzar los lazos entre Ecuador y Estados Unidos por medio de la ayuda en la labor social. “La misión es que los estudiantes lleguen a conocer nuestra sociedad afro y tengan un tipo de integración con ella”. (I)
Thomas Webb asegura que el color de su piel le ayuda a acercarse a los miembros de la comunidad afro.