Cultura influye en el control prenatal
Inés Mina, de 28 años de edad, termina su sexto mes de embarazo; pero en esta semana fue la primera ocasión en la que acudió a un chequeo prenatal.
La mujer, quien vive en Guamaní, zona rural al sur de Quito, tiene que viajar 20 minutos en bus para llegar hasta un centro médico a realizarse controles prenatales. “En mi trabajo, en el centro-norte de Quito, no me dan permiso para eso.
En esta ocasión, un dolor en la parte baja del vientre le llevó hasta el consultorio de un médico particular, quien le diagnosticó infección en las vías urinarias.
Belén Nieto, responsable de Salud de la Mujer, del Ministerio de Salud Pública (MSP), explicó que cuando van a las zonas rurales encuentran madres que no acuden a los controles prenatales porque “en el trabajo no les permiten”.
Esta problemática es común en Morona Santiago, Napo y Sucumbíos.
Para la funcionaria, las áreas rurales tienen poblaciones dispersas en extensos territorios a las que se les dificulta, por la lejanía, el acceso a los servicios de salud; pero, sobre todo, “es un problema cultural”, explicó.
Aunque no existen datos oficiales, señaló que esta falta de acceso las convierte en una población propensa a presentar más complicaciones durante el parto.
La cartera de Estado informó que a través de 3 mil médicos que componen los Equipos Básicos de Atención en Salud (EBAS), que se desplazan por diversas partes, da servicios prenatales en las zonas más alejadas y se refiere a los hospitales los casos que lo requieran.
Situación
Berenice Cordero, especialista en protección integral de Unicef, añadió que influye el factor cultural en la carencia de controles prenatales, pero a eso se suma la falta de aplicación de los protocolos de salud.
“Las mujeres en esas zonas esconden su embarazo por temor al abandono de la pareja o por maltrato en los centros de atención médica”.
El Observatorio de la Niñez y la Adolescencia (ODNA), indicó Cordero, por medio de una investigación determinó que el control prenatal en mujeres de zonas urbanas supera en cerca del 15% a las de las rurales.
En la encuesta ENDEMAIN se preguntó a las mujeres en edad fértil cuántos controles prenatales se realizaron durante su embarazo. El 84,2% de las mujeres sí recibieron controles prenatales, es decir el 15,8% no tuvo ningún control. En el área rural, el 76,4% de las mujeres se realiza controles antes del parto, cerca de 8 puntos porcentuales menos que en el área urbana.
Las mayores diferencias se ven en los niveles de instrucción de las mujeres en edad fértil. Apenas el 58,4% de las mujeres que no tienen ningún nivel de instrucción se realizó control prenatal, mientras que el 97,8% de las mujeres con estudios superiores o de postgrado recibieron atención.
Nieto resaltó que no solo es necesario realizar los chequeos médicos, sino que estos deben ser completos y de calidad.
En el caso de las comunidades indígenas, en las que hay alta tasa de población rural, las madres eligen a las parteras para llevar este proceso, sin que haya diferencia en el riesgo con los centros de salud en cuanto a la madre. Pero Jeannina Crespo, técnica de salud intercultural del MSP, indicó que hay mayor peligro con el recién nacido, ya que desconocen la manera de atenderlo.