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El maquillaje “Cruelty Free” gana terreno
Los productos de belleza “Cruelty Free” (libre de crueldad) son aquellos que no han sido probados en animales. Si tiene el logo de un conejo en el envase se lo identifica por ser 100% libres de tóxicos.
En Ecuador, estos productos ya se pueden adquirir con facilidad, en cualquier centro comercial, distribuidora, centro de belleza o por internet.
Por su elevado precio lo utilizaban solo profesionales, pero al pasar los años ya los usa el público en general que disfruta del arte de maquillar y a la vez preservar y respetar la vida animal.
En el estudio de maquillaje “Otero Studio”, tienen como norma cuidar la piel de sus clientas, informándoles antes de maquillarlas, sobre el contenido de los productos y sus beneficios a largo plazo.
Rebeca Otero, directora del sitio, aseguró que cuando empezó con su estudio le inculcaron una cultura “cruelty free”. “Siempre trato de conseguir los mejores productos para el cliente, pero eso no significa que compre algo que le haya causado daño o muerte a otro ser vivo”.
La Unión Europea (UE) prohibió la producción, venta y mercadeo de artículos o ingredientes que hayan sido probados en animales desde el 2013.
Según PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), la mayor organización que lucha por los derechos de los animales, cada año más de 100 millones de especies sufren y mueren por pruebas químicas, cosméticas, de drogas y de comida.
Cultura Cruelty Free
La Unión Europea aportó a esta cultura libre de crueldad, asegurando que hay elementos suficientes que comprueban que se pueden realizar pruebas alternativas que no dañen a seres vivos.
Gracias a esto se ha contribuido a que se encuentren más productos con la certificación “Cruelty Free” que se van acomodando al presupuesto de cada persona. Sin embargo aún no se logra poner limitantes para terminar con esta práctica inhumana de experimentos en animales.
Para la cosmetóloga y maquilladora Maysee Cruz, Ecuador ya posee un mercado amplio de marcas profesionales que ofrecen calidad y son “Cruelty Free”, es decir tienen componentes vegetales y orgánicos.
Cruz dice que se empieza a observar una cultura de consumidores y profesionales que promueven el uso de este tipo de maquillaje, pero que aún se necesitan campañas para crear conciencia en las personas que incursionan en este tipo de trabajo.
“Aún se cree que los precios son elevados. Cuando es todo lo contrario, están al alcance de todos y son favorables para la piel y al mismo tiempo no perjudican a ningún ser vivo”. (I)