A partir de los 40 años el cuerpo pierde entre el 0,5 y 1% de masa ósea
“Cuido de no fracturarme, no quiero sentirme inútil” (Infografía)
Desde hace 2 años Martha García cuida de no caerse y fracturarse su columna y las rodillas. A ella le diagnosticaron osteoporosis, una enfermedad silenciosa en la que ocurre el desgaste óseo con el pasar del tiempo.
Su caso pertenece al 30% de la población en riesgo de desarrollar la dolencia, cuyo impacto es alto en la calidad de vida.
Hay días en que Martha amanece deprimida. Vive sola. Tiene 42 años y ha intentado entender por qué padece osteoporosis a esa edad. “Creo que todo tuvo que ver con la mala alimentación. A los 14 años me hice de compromiso y tuve 4 hijos por cesárea. Hoy cuido de no fracturarme, no quiero sentirme inútil”.
Además sufre de hipotiroidismo, una afección en la cual la glándula tiroides no produce suficientes hormonas. Hay un factor más importante: los padres de Martha tuvieron osteoporosis.
Según el doctor Carlos Nieto, cuando existen antecedentes familiares se deben realizar exámenes de densitometría para detectar tempranamente la enfermedad. Esto es aconsejable aun cuando la mujer no pase la menopausia. La densitometría mide la cantidad de minerales que hay en el hueso e indica el desgaste que existe.
Precisamente, el diagnóstico y el tratamiento son temas que se abordan en el libro ‘Osteoporosis 2015’ a presentarse el próximo 30 de octubre en Guayaquil. Nieto asegura que en este se recopilan estadísticas locales e internacionales.
Por ejemplo, el 30% de la población en riesgo y mayormente las que atraviesan la menopausia, desarrollan osteoporosis. Además, de cada 5 pacientes en el mundo, 4 son mujeres.
Para el doctor Wellington Aguirre la osteoporosis es la epidemia del siglo, porque hay una gran cantidad de mujeres que después de la menopausia la tienen.
Esto se debe en parte a que hoy las mujeres viven más, antes fallecían a los 70 u 80 años, pero la preocupación de los médicos es qué clase de vida tendrán esas mujeres.
Según datos del INEC, en el país se contabilizan más de 1 millón de adultos mayores y esta cifra va en aumento. “El propio envejecimiento hace que se deteriore el hueso, pero además la mujer al pasar la menopausia se queda huérfana de hormonas sexuales y no tiene estrógenos, que es importante para mantener la calidad del hueso”, explica.
En los hombres el número de casos es menor. Cristóbal Cevallos tiene 61 años. A los 58 le detectaron osteoporosis y además sufre de diabetes. “Con el tiempo siento que he ido empeorando. Cuando amanece, el dolor en la cadera es intenso, y cuando me siento y me levanto no aguanto”.
Cristóbal y Martha están inscritos en la Asociación Ecuatoriana de Ayuda a Pacientes con Enfermedades Reumáticas, Apare, donde reciben charlas de motivación para sobrellevar su enfermedad.
Factores que inciden
El desenlace trágico de la osteoporosis y el más grave de todos es la fractura de cadera, que llega incluso a amenazar la vida del paciente, señala el especialista Andrés Peña del Hospital de Madrid.
Según Carlos Nieto, la osteoporosis es un proceso normal del envejecimiento del hueso, a partir de los 50 o 70 años. Desde ese momento el cuerpo empieza a desgastarse y anualmente se pierde entre un 0,5 y 1% de masa ósea (densidad del hueso) de forma natural. Actualmente los médicos tienen pacientes cada vez más jóvenes con esta afección, como el caso de Martha.
“El factor de riesgo son las fracturas y estas específicamente son las que dañan la calidad de vida. Por ejemplo, una fractura en una mujer de 60 años no le permitirá hacer actividades habituales, quedan con secuelas, incluso el 20% tiene una alta mortalidad después del primer año de la fractura”, dice Nieto.
El doctor Aguirre recomienda cambiar los malos hábitos desde temprana edad. Quienes desarrollan osteoporosis muchas veces no han tenido una buena alimentación con calcio o vitamina D. Además no han realizado ejercicios en la juventud, es decir la actividad física nuevamente se perfila como la prevención más adecuada. Ejercicios de 15 a 30 minutos cada 3 días es lo aconsejable por los médicos.
En el caso de las mujeres hay otros factores que inciden en el desarrollo de la enfermedad: falta de ovulación y embarazos anormales.
Una vez que se detecta la enfermedad, los pacientes llevan una dieta acompañada de calcio, vitamina D y suplementos regeneradores de huesos.