El documento que presentó la Unesco en México expone la crisis que está viviendo el sistema educativo mundial y la lucha por equilibrar calidad con acceso escolar. Para Jorge Sequeira, director regional de Educación de la Unesco en América Latina y el Caribe, la comunidad internacional está fracasando en su objetivo de conseguir que los niños y niñas tengan educación primaria al 2015, pues los menores siguen sin saber leer, escribir o calcular, aunque muchos asistieron varios años a la escuela.

Según el último informe, 250 millones de niños  son incapaces de leer y escribir, o no disponen de competencias aritméticas básicas. Lo preocupante es que 130 millones de ellos están escolarizados. ¿Cuáles son los factores para explicar que el nivel no haya mejorado?

La cifra de 250 millones incluye a más de 2 millones y medio de niños y niñas en la región que no asisten a la escuela. La inequidad económica, la poca accesibilidad y la diferencia de género son factores que provocan que la educación básica no haya mejorado significativamente en el mundo. La pobreza afecta la capacidad de los niños y  niñas para aprender y también se convierte en una barrera para el aprendizaje. Es el caso de aquellos niños y niñas que residen en áreas rurales desfavorecidas, pues a menudo carecen de maestros y recursos pedagógicos. La crisis de aprendizaje no puede ser superada, a menos que las políticas se enfoquen en mejorar la educación a los grupos desfavorecidos.

¿Qué podemos esperar si la crisis educativa continúa?

La crisis es tal que se vaticina que una generación completa de adolescentes egresados de enseñanza secundaria ocurrirá recién dentro de 100 años,

siendo las niñas más pobres del mundo las últimas en lograrlo, con un desfase de 50 años en relación a los niños de países más avanzados o ricos. Además, la crisis mundial del aprendizaje tiene un costo anual para los gobiernos de 129.000 millones de dólares. Sabemos que el 10% del gasto mundial en enseñanza primaria se pierde en educación de mala calidad.

¿Cuáles son estas variables del proceso educativo que deberían ser consideradas?

Son numerosas y van más allá de los métodos de aprendizaje. No podemos dejar de lado la eficiencia interna (que incluye a los  métodos de enseñanza) de los sistemas educativos y su impacto en la calidad. A menudo las variables externas juegan un rol más determinante, por ejemplo, la desigualdad, la pobreza, el origen étnico, la ubicación geográfica de los estudiantes o el nivel socioeconómico de los hogares.

¿Cómo es la realidad para los menores escolarizados en Ecuador en cuanto a calidad?

Once países ampliaron el acceso a este ciclo de la educación en más de 20 puntos porcentuales, entre ellos, Ecuador (de un 72% a un 93%), Ghana e Indonesia. Entre 1999 y 2011, Ecuador amplió rápidamente el acceso al primer ciclo de la enseñanza secundaria. Independientemente de la velocidad de los avances, las encuestas de hogares y otros estudios señalan que Ecuador ha realizado progresos en la reducción de las desigualdades: la disparidad en la tasa neta de asistencia a la enseñanza secundaria entre los varones de las zonas urbanas y los de rurales disminuyó de 32 puntos porcentuales en 2001 a 13 puntos porcentuales en 2011.

3 de cada 10 niños de la región no están adquiriendo conocimientos básicos en matemáticas, ¿cuál es la importancia del aprendizaje de ciencias básicas?

Es fundamental otorgar la importancia y espacio debidos en la formación de un individuo del siglo XXI al aprendizaje de las ciencias básicas, desde la perspectiva cognitiva (matemáticas, ciencias, lectura, comprensión) y la perspectiva no cognitiva (creatividad, resolución de problemas, liderazgo, habilidades y destrezas).  Esta última apenas comienza en la región y suscita mucho interés. El nivel de exigencia asociado en cuanto a rendimiento y logros de aprendizaje debe ir de la mano con la formación docente requerida para la introducción de estos temas en el aula, su seguimiento y medición, sin menoscabo de otras disciplinas (ciencias sociales, literatura).