Consecuencias de ser deportado de Estados Unidos
Un proceso de deportación puede durar varios meses y para que inicie, la persona involucrada debió haber cometido una falta a una ley, desde una regla de tránsito hasta un crimen mayor. Pero también puede ser que las autoridades comprueben que violó la ley de inmigración, como cuando su visa o tiempo de estancia expiró, o hay un operativo para detectar inmigrantes sin documentos.
Formalmente el proceso de deportación inicia cuando una corte de inmigración recibe el caso. Si el juez encuentra una violación a la ley de inmigración, autoriza la deportación que ejecutan los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Un inmigrante aun estando en falta con las leyes de inmigración no está cometiendo una falta criminal, sino civil, y tiene varias posibilidades para evitar la deportación.
Puede solicitar alguno de los nueve beneficios que ofrece la ley, como por ejemplo regularizar su estatus, diferir la deportación o solicitar asilo si no cometió algún delito grave.
Los inmigrantes que estaban en libertad y pierden su juicio deben dejar el país, para lo cual está la opción de la salida voluntaria: el inmigrante se presenta, literalmente con su equipaje en mano, ante las autoridades y gestiona su salida.
La salida voluntaria tiene el beneficio de que la persona no recibe una prohibición de retorno al país.
Por el contrario, quienes estaban detenidos al tener antecedentes negativos con la justicia serán enviados de regreso a sus países de origen, pero no por ello el proceso es rápido.
Hay indocumentados que pueden pasar meses, en casos excepcionales años, en un centro de detención a la espera de que su juicio de inmigración y apelaciones concluyan y se dé su salida del país.
Hay casos de inmigrantes que viajan de un centro de detención a otro a lo largo de EE.UU. hasta llegar a uno en el que se concentran otros de su país y son reenviados en conjunto.