Con playas, thriller y Goku, estudiantes chilenos sacan a relucir su talento
Con la instalación de una playa en la ciudad, sincronizadas coreografías de "thriller", carreras y una bola gigante como la del dibujo animado Goku los estudiantes chilenos han sacado a relucir todo su talento con ingeniosas maneras de manifestarse a favor de una mejor educación pública.
Esta maratón de protestas, que se inició a mediados de mayo, tiene su correlato en la carrera que emprendió el pasado 13 de ese mes un grupo de jóvenes alrededor del Palacio de la Moneda y a la que hoy se sumó un grupo de profesores.
"Estamos tratando de lograr que se termine el lucro en la educación. Mis padres tienen que pagar 300.000 pesos mensuales (630 dólares), más de lo que gana el 50 ó el 60 % de la población chilena", dijo hoy a Efe Carolina Álvarez, de la Universidad Andrés Bello.
Con esta particular marcha de relevos los jóvenes pretenden correr hasta el próximo 27 de agosto para completar 1.800 horas de trote, el mismo número de millones de dólares que según ellos se necesitan para financiar durante un año la educación pública.
La última de estas ingeniosas iniciativas se produjo ayer mismo, cuando centenares de jóvenes llegaron hasta la céntrica Plaza de Armas con una bola gigante de plástico de cinco metros de diámetro como la de Goku, protagonista de la serie japonesa Dragon Ball Z.
Sostenida por los estudiantes, la bola simbolizaba la energía acumulada en este movimiento, que ha protagonizado multitudinarias manifestaciones y tomas de colegios y universidades, las cuales en algunas ocasiones se han visto empañadas por actos de violencia.
El descontento social se tradujo en una caída en la popularidad del mandatario, hasta el 31 % en junio, e influyó en el cambio de gabinete que este lunes llevó a la salida del Ministerio de Educación de Joaquín Lavín, cuestionado por haber sido fundador de una universidad privada.
A las afueras de la sede del Gobierno también se han desplegado otras muestras de creatividad, como una masiva coreografía de "Thriller", la popular canción de Michael Jackson, que el pasado 24 de junio sorprendió a los transeúntes.
Unos 3.000 estudiantes, con las caras pintadas, vestidos con ropas ajadas y cubiertos con batas blancas, se transformaron en un ejército de zombies para representar el estado agónico en que, en su opinión, se encuentra la educación chilena.
Llevaban también colgados, a modo de lápidas, pedazos de cartón que explicaban las causas de su aflicción: la carrera que estudian y cuánto deben al sistema universitario, que en Chile ha logrado una gran cobertura a costa del endeudamiento de las familias.
Pero sus destrezas para el arte quedaron también patentes en un vídeo del Colectivo Fauna, asociado a la Universidad de Chile, en que los jóvenes parodiaron la banda sonora de la película "Grease" para animar a sus compañeros a sumarse a las movilizaciones.
En otra muestra de romanticismo, y también por 1.800 segundos, los estudiantes protagonizaron el 6 de julio una masiva "besatón" no solo en Santiago sino también en otras ciudades del país, que unió a centenares de parejas dispuestas a besarse durante media hora.
Un día después, en medio del gélido invierno austral, los estudiantes cambiaron libros por sombrillas e instalaron una playa frente al Ministerio de Educación para invitar al entonces titular de la cartera a tomarse un descanso en el cargo.
Con bañadores, toallas, gafas de sol y flotadores, los jóvenes, acompañados de padres y profesores respondían con este guiño a la decisión de Joaquín Lavín de adelantar dos semanas las vacaciones de invierno para terminar con las ocupaciones de decenas de colegios.
Pero también quisieron replicar las singulares medidas que Lavín tomó cuando fue alcalde de Santiago (2000-2004) y ordenó llevar desde la cordillera hasta la ciudad arena en verano y nieve en invierno para acercar las playas y las pistas de esquí a todos los ciudadanos.
Tras esa festiva convocatoria, los jóvenes interpretaron al día siguiente, también a las puertas del Ministerio, un funeral con una pequeña losa que rezaba: "Ilusión. Aquí yacen nuestros sueños de ser profesional" (tener una carrera).
Semanas antes, bajo la consigna "El Estado nos tiene en la calle", el movimiento estudiantil dio el 13 de junio las primeras muestras de su creatividad con una clase magistral impartida en la Plaza de Armas por un profesor de filosofía.
Los estudiantes comenzaron entonces a tomar nota, mientras empezaban a inventar curiosas formas de llamar la atención sobre sus problemas, con las redes sociales y el sitio web Youtube como sus mejores aliados. EFE