Con música, comida y artesanías se celebró en Quito el Día Internacional del migrante.
Las embajadas de Colombia, Venezuela, China, Cuba y Haití exhibieron productos propios de sus países y representaron sus culturas a través de bailes típicos.

También fue la ocasión para que los migrantes que retornaron al país y aquellos que han hecho de Ecuador su patria expongan sus iniciativas de microempresas.

Ese es el caso del colombiano Luis Hernández, quien hace 10 meses llegó al país y ahora es comerciante de panes de yuca. Él vino con su esposa y sus 2 hijos.

Por su parte la quiteña Lucía Jumbo retornó hace 3 años al país tras permanecer 15 años en España como parte del servicio de mantenimiento de una organización de ayuda social. Logró ahorrar algún capital y con ello ingresó a la empresa de su cuñado de productos de miel de abeja.

Sin embargo hasta el momento no ha logrado, como era su anhelo, edificar su propia microempresa.

"Realmente he visto la situación muy complicada sobre todo porque tengo un hijo con discapacidad que no se siente contento en los lugares que ha ido y eso que ahora hay más espacios que nos ayudan en ese aspecto", comentó Jumbo.

Por ello esperará que su esposo, quien es especialista en electricidad, con la adopción de las cocinas de electricidad consiga un trabajo.

"Si no se da su vinculación laboral, estamos seriamente en retornar a España", reiteró.
Por su parte Juan Lugmania, presidente del Observatorio de control y veeduría ciudadana por los derechos de los migrantes contó que lo más complicado para los migrantes que retornaron es la vinculación laboral.

"La mayoría bordea o supera los 40 años y por ello lo que se requiere es que la CFN u otros organismos estatales brinden apertura para créditos. Existen algunas iniciativas que ya están en marcha", comentó Lugmania, quien también partició de la feria que se desarrolló en la Plaza Gabriela Mistral, en el centronorte de Quito. (I)