¿Cómo saber si tu información bancaria está a salvo?
Las nuevas modalidades de las estafas bancarias se suelen efectuar a través de llamadas con la excusa de que se realiza un ´chequeo de seguridad´. Las víctimas confirman la información que normalmente suelen tener las entidades bancarias como los nombres completos, mencionan que la llamada está siendo grabada y que no proporcione su contraseña o usuario a nadie. Luego, los estafadores solicitan que se les dicten algunos códigos.
Ahí es cuando ocurre el robo. La persona que contacta a la víctima le dice que ingresará al sistema para revisar los ´filtros de seguridad´. Entonces, solicitan los códigos que llegan por mensaje de texto al celular del dueño de la cuenta.
Posteriormente, con esos códigos, los estafadores se dirigen a un cajero automático que permita realizar transacciones sin tarjeta de débito. Para hacerlo, los usuarios deben ingresar su número de cédula, en algunos casos, su correo electrónico, y un código que es enviado a su teléfono celular.
Este tipo de delitos se conoce como vishing. El término se utiliza para identificar cualquier ataque a través de llamadas telefónicas o mensajes de voz en el que se engaña a las víctimas y se les roba información sensible. Un delito muy similar es el smishing, en el que el engaño se hace a través de mensajes de texto.
Mucha de la información que utilizan los estafadores se pueden obtener con una simple búsqueda en internet y ser utilizados con fines delictivos sin que las personas se den cuenta de lo que está pasando. La principal advertencia es cuidar las contraseñas, no entregarlas por ningún motivo y cambiarlas constantemente.
Además, la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca) dice que otras de las medidas de seguridad más importantes son usar equipos confiables, no responder a correos electrónicos en los que pidan información personal, verificar que las direcciones de correo y los sitios web sean los correctos (una letra puede hacer la diferencia entre lo real y la estafa), e informar inmediatamente a la institución bancaria sobre cualquier irregularidad.
Otra de las formas en las que las personas pueden contribuir para evitar los ataques financieros es denunciarlos casos cuando son víctimas. Hay varios mecanismos para reclamar cuando suceden robos de este tipo. El primero es a nivel interno del banco, de forma administrativa ante la Superintendencia de Bancos y con una denuncia en la Fiscalía.
Se calcula que en todo el mundo, la pérdida por este tipo de fraudes asciende a 7 mil millones de dólares. Con el incremento de los casos, también aumenta el nivel de sofisticación y los métodos usados para los engaños.