Colegiales refuerzan la Asamblea Nacional
En el auditorio de la Unidad Educativa Victoria Vásconez Cuvi, en Latacunga (Cotopaxi), 77 estudiantes de 11 colegios de la ciudad integraron su propia asamblea nacional.
Los adolescentes de los colegios de la ciudad durante tres días ejercieron la función de legisladores.
Funcionarios del propio Legislativo instruyeron a los participantes en técnicas parlamentarias.
Los estudiantes-asambleístas fueron los jóvenes con aptitudes de liderazgo o son representantes de sus compañeros.
Para la ocasión, el salón del colegio fue decorado con extensas cortinas verdes y cuadros de profesores ilustres de la ciudad.
En cada pupitre -curul- se colocaron los letreros con el nombre del joven político y el rótulo de su respectiva bancada. En la mesa del estrado se ubicaron sus compañeros, es decir, las autoridades de la asamblea: presidente, vicepresidente, secretarios y otros más.
En este proyecto denominado Escuela Legislativa de la Asamblea Nacional, que se implementa en las instituciones educativas, el alumno Édison Proaño, miembro de esta, aseguró que las observaciones realizadas a las leyes serán llevadas a Quito y servirán de insumos en el debate del pleno.
En el encuentro analizaron la prevención en el consumo de drogas, violencia o bullying en los colegios, normas sobre personas desaparecidas y de recuperación de capitales. Estos aspectos fueron propuestos tanto por el Legislativo como por el Ministerio de Educación.
El sistema
Los chicos se organizaron en cuatro bancadas: Puruhá, Quilotoa, Pelileo y Quisapincha. La mañana del pasado miércoles se reunieron por comisiones para deliberar sobre normativas.
El ambiente en las comisiones no fue tenso, como sucede en la realidad, más bien hubo compañerismo. Cada integrante debatió en orden, sin peleas ni ofensas.
Por ejemplo, el debate que mantuvieron en la Comisión de Justicia sobre la prevención del consumo de drogas fue cálido. En ese espacio se expuso el contenido de las propuestas con camaradería.
En ocasiones bromearon por las palabras mal expresadas, por repetición de ideas, miraban sus móviles, pero mantuvieron el respeto hacia su ejercicio de legisladores.
Arelis Corales, estudiante del colegio Primero de Abril, representó a la bancada Quilotoa y al interior del organismo de justicia cumplió la función de secretaria.
Con actitud determinante solicitó a sus compañeros de mesa que propongan sus ideas, incluso, les recordó los procedimientos parlamentarios para participar en las discusiones.
“Revisamos la Constitución y los artículos relacionados al tema”, añadió Arelis.
En ese sentido -continuó- proponemos cambios y mejoras para que la ley se pueda cumplir. “Sugerimos que se haga un seguimiento a los alumnos con problemas (de adicción) por parte de los psicólogos de los colegios”.
De igual manera, en la comisión de régimen económico, en la que se dabatió la propuesta de Ley de Recuperación de Capitales, se escuchaban los murmullos, pues al ser una norma compleja, todos releyeron el texto de la norma, analizaron su contenido y discutieron.
Pedro Saltos, de la Unidad Educativa CEC, representó a la bancada Puruhuá.
Con tono solemne y firme mencionó que la ley es interesante, porque exige que devuelvan el dinero a los funcionarios que robaron los recursos al país .
La mesa definió que se deben modificar las sanciones - expresó Saltos- ya que es inadmisible que tras cometer el delito reduzcan su pena en solo dos años.
Además, en el punto de negociar la condena, plantearon que no se reduzca la sanción a la mitad, sino al 30%.
“No es chévere negociar con quienes nos han robado, deben existir sanciones fuertes”, comentó Saltos, quien hace un año fue presidente de la Federación de Estudiantes Secundarios de Latacunga.
Mientras tanto, en el organismo de Educación, María Angélica Chancosi, presidenta de la comisión, leyó algunas de las aportaciones de sus compañeros sobre casos de violencia escolar y bullying.
“Nuestra propuesta es que se implementen más trabajadoras sociales en los planteles y que los departamentos médicos tengan insumos para detectar a tiempo a víctimas de acoso escolar”.
Al legislativo
María del Rosario Moscoso, trabajadora social del colegio anfitrión, comentó que el programa ayuda a la formación política de los jóvenes para que no sean actores pasivos ante la realidad social y económica del país.
Hoy, los jóvenes legisladores debatirán dos leyes, pero lo harán en el mismo salón Nela Martínez, de la Asamblea Nacional, en Quito. (I)