Cirugía que responde a un deseo “muy íntimo”

Rinoplastia, liposucciones y diferentes tratamientos de belleza son populares entre mujeres de diferentes edades. Sin embargo, en los últimos años hay una parte del cuerpo femenino que ha cobrado inusual importancia en el campo de la cirugía estética: el área genital, para la que existen múltiples ofertas de remodelación y reconstrucción.

Un estudio publicado en la Revista Internacional de Ginecología y Obstetricia, indica que la cirugía estética vaginal está adquiriendo la categoría de moda. Según el documento, cada vez son más mujeres las que buscan una intervención y casi siempre por razones estéticas.

El Dr. Fernando Quintana es cirujano plástico, estético y reconstructivo. Trabaja en la clínica Medisys, de Urdesa, y realiza “ninfoplastias” -como se denomina este tipo de operaciones- desde hace unos 6 años. Según explica, es una cirugía que tiene como propósito la reparación, regeneración o embellecimiento del área genital femenina.

Quintana dice que hasta él acuden mujeres preocupadas por su aspecto físico en esa área. “En muchos casos, los labios menores sobresalen de los labios mayores. Esto estéticamente no se ve bien y produce incomodidad con esa parte de su cuerpo, incluso al realizar algún deporte o utilizar traje de baño”, indica el especialista.

Sin embargo, existe una razón más allá de lo estético, que motiva  a las mujeres a tener esta cirugía entre sus opciones. “Un problema importante es cuando surgen  inconvenientes en las relaciones sexuales, cuando su aspecto físico no les permite liberarse en la intimidad y empiezan a surgir conflictos de pareja”, manifiesta.

Si bien muchas veces se trata de defectos anatómicos de nacimiento, como el hecho de -por ejemplo- tener las orejas muy grandes, también influyen aspectos como la edad o los partos de forma vaginal, para que esta zona pierda su forma natural.

En cuanto a la dilatación del canal, en el caso de mujeres multíparas -es decir, que han tenido varios partos-, se genera una falta de estrechamiento de las paredes internas de la vagina. “Esto  se traduce en una falta de fricción en el miembro viril al momento de las relaciones sexuales y genera insatisfacción”, expresa Quintana.

Diferentes métodos para diferentes propósitos

En el mercado hay diferentes opciones para las mujeres que quieren acceder a este tipo de cirugías. Métodos mínimamente o muy invasivos, dependiendo del tipo de problema que se quiere corregir y las nuevas sensaciones que se desea obtener.

El Dr. Juan Pablo Menéndez es cirujano cosmético especializado en Europa y atiende en su consultorio ubicado en una torre médica en el norte de la ciudad. Su centro de medicina estética, Sveltic, se concentra en varios tipos de cirugías cosméticas mini-invasivas en varias partes del cuerpo, por ejemplo, senos, abdomen; y otras, como los genitales femeninos, para corregir los labios de la vulva.  

En un pequeño quirófano instalado dentro de su consultorio, el médico realiza dos tipos de procedimientos: para los labios mayores, las denominadas bioplastias vaginales; y para los labios menores, las vaginoplastias.

Para los labios mayores, Menéndez trabaja con rellenos de varias sustancias, tales como ácido hialurónico, de grasa o de polimetilmetacrilato, esta última es la que utiliza con mayor frecuencia. “Son microesferas que el cuerpo encapsula como una prótesis. El colágeno da volumen cuando los labios pierden la tonicidad y se vuelven más flácidos”, explica el especialista.

Según añade, se trata de una cirugía ambulatoria, que se efectúa con una cánula pequeña, que exige un  tiempo mínimo de recuperación de 5 a 7 días, durante los que se suspenden las relaciones sexuales. Además, indica que se realiza con anestesia local y que es prácticamente indolora.

Aunque  en los procedimientos que se aplican en los labios menores se debe utilizar un bisturí eléctrico para retirar la piel sobrante, sostiene que no se trata de un proceso traumático ni doloroso. Hay cirugías que también corrigen otra de las partes externas, una de ellas es la liposucción del pubis. 

El Dr. Fernando Quintana asegura que cuando esta zona se encuentra demasiado abultada, también ocasiona complejos e incomodidades a las mujeres. “Hay señoras que logran bajar de peso, pero en esa zona es muy difícil. Por eso se realiza un adelgazamiento en esa región, mediante una liposucción o un arreglo quirúrgico, extrayendo  un segmento  del  bloque de grasa que está debajo de la piel para aplanarlo y quitarle volumen”, detalla.

Este especialista, además de los métodos para corregir los labios vaginales, realiza procedimientos invasivos que corrigen la parte interior de la vagina, como son el estrechamiento del canal vaginal y otros enfocados a incrementar el placer de la mujer durante el acto sexual, como el engrosamiento del Punto G.

“La colpoperineorrafia, o reconstrucción de piso pélvico, no tiene nada que ver con la parte estética. Se trata de  una corrección del canal vaginal, cuando una mujer tiene una dilatación excesiva”, indica Quintana, y añade que  también se pueden aplicar lipoinyecciones dentro del conducto para lograr una mayor estrechez. 

El especialista enfatiza que es importante establecer un correcto diagnóstico para determinar cuál es la necesidad específica de la mujer que acude a la consulta. “A veces el problema es la falta de angostura del conducto vaginal, lo que no se va a corregir con un relleno, sino con una cirugía más profunda”, expresa. 

Los médicos afirman que la zona del Punto G ocupa un lugar importante en el aspecto del placer sexual dentro de la pareja, pues permite a las mujeres alcanzar el orgasmo con mayor facilidad.

El Dr. Quintana trata esta zona con lipoinyecciones, que incrementan el volumen de este punto, ubicado detrás del pubis, en la parte superior interna, a unos dos centímetros y medio de la entrada de la vagina. “Al incrementar su volumen, es más fácil que esa zona sea estimulada durante la penetración en el acto sexual”, explica.

El Dr. Vicente Ortega es ginecólogo estético y atiende en una clínica privada ubicada en el  sur de la ciudad. Comenta que el aumento del Punto G es uno de los procedimientos más solicitados; se hace de forma ambulatoria y tiene un tiempo mínimo de recuperación.

“Esa es una zona donde naturalmente ya existe cierto abultamiento, pero hay casos en los  que ciertas mujeres la tienen  demasiado hundida y las inyecciones ayudan mucho”, señala.

El Dr. Ortega trabaja con ácido hialurónico y agrega que, en varias oportunidades, a causa de  la flacidez de esa parte, ha tenido que inyectar también las zonas que rodean al Punto G.

Otro de los procedimientos realizados por el Dr. Ortega es el denominado “blanqueamiento perineal”, que consiste en desmanchar la zona del perineo femenino, ubicado entre la vulva y el ano. “En esta zona se presenta una tonalidad oscura debido a la acción de los estrógenos, lo cual suele incomodar a varias mujeres, que no se sienten conformes con esa coloración”, aduce.

De acuerdo a la explicación que ofrece, el procedimiento se realiza en el consultorio una vez por semana, durante un mes y medio, con medicamentos blanqueadores en aquella zona.

Una corrección de labios vaginales tiene un valor que va desde los $600 hasta los $1.000. La liposucción de pubis, así como los rellenos en el Punto G, el precio varía entre $500 y $600. La cirugía de estrechamiento del canal vaginal es una de las más costosas, con un valor que oscila entre  $1.500 y $2.500.

“Diseño vaginal”, una remodelación total

El Dr. Vicente Ortega, especializado en este tipo de medicina estética en República Dominicana, ejecuta una operación radical denominada “diseño vaginal”, que incluye casi todos los procedimientos mencionados anteriormente en una cirugía. “Su propósito es darle forma y armonía a la vagina, tanto de forma externa como en su parte interior”, manifiesta el especialista.

Esta operación parte desde dar volumen al monte de Venus, cuya forma ideal es con una curvatura y que en muchas mujeres es muy delgado.

Luego se realiza una labioplastia, en la que se rellenan los labios vaginales, se realiza abultamiento del Punto G y, en algunos casos, moldeamiento del clítoris, así como estrechamiento del canal vaginal.

El especialista indica que el valor de esta cirugía puede partir desde los $6.000 y, dependiendo de los procedimientos que incluya, su costo puede ascender hasta $8.000. Así mismo, expone que se trata de una operación que dura, aproximadamente, entre 2 y 4 horas; además, requiere un tiempo de recuperación total de 45 días.

Comparte que  en estos últimos cinco años ha realizado anualmente un “diseño vaginal”, generalmente a mujeres que tienen más de 45 años y que desean tener un rejuvenecimiento total en su zona genital. “Todas las damas que han venido lo han hecho en compañía de sus esposos. Esta operación es una decisión de pareja, pues busca el placer de ambos”, aclara el cirujano.

El grupo objetivo y el factor vergüenza

Los especialistas consultados coinciden en que, aunque se trata de procedimientos costosos, tienen aceptación dentro de un segmento de la población femenina guayaquileña. Sin embargo, es trascendental el pudor al momento de realizar consultas sobre estos asuntos. 

“En la ciudad se trata de un tema tabú”, opina el Dr. Juan Pablo Menéndez, quien después de haber trabajado en otros países, como Colombia y México, asegura que allí hay más apertura para hablar de este tipo de cirugías, sin que haya vergüenza de por medio.

“En dos años, seis mujeres se han sometido a este procedimiento en mi consulta, todas ellas de entre 40 y 50 años, que ya se han realizado otro tipo de intervenciones y ahora quieren mejorar esa parte”, confirma.

Por su parte, el Dr. Fernando Quintana ha comprobado  que Internet ha abierto  puertas para que este tipo de consultas se realice de forma más libre. “En mi página web me hacen preguntas desde España y otros países”, sostiene.

Las pacientes del Dr. Vicente Ortega son de edades variadas. “Hay mujeres que, desde 29 a 30 años, desean realizarse labioplastias; y damas de 37 años en adelante que buscan un estrechamiento vaginal”, comenta.

Sin embargo, considera que aún existe desconocimiento respecto a  estas operaciones en este segmento de la sociedad. “Muchas mujeres ignoran que cosas que antes eran un problema de por vida, ahora tienen alternativas de solución”, puntualiza.