Más de 12.000 personas fueron sensibilizadas en esta problemática
Cero trabajo infantil, la lucha de 28 empresas
Anaela Delgado vivió de cerca lo que es trabajar siendo una menor. Cuando tenía 8 años salía a vender empanadas, con su madre, en el cantón Ventanas. “Mis padres estaban separados y entonces mi mami tuvo que hacerse cargo de mí y mis hermanos. Cuando llegaba de la escuela la ayudaba, porque ella no podía con todo”, dice.
Pero esto cambió cuando ingresó al programa de continuidad educativa de Proniño, que le permitió terminar sus estudios. Hoy la joven cursa la universidad y abrió una escuela de danza en su natal cantón.
La historia de ella se repite a diario por las calles. En el país existen alrededor de 350 mil niños y adolescentes en condiciones de trabajo infantil, según datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) del año 2012.
Para detener esta problemática se han realizado varios esfuerzos. El rol de las empresas para que esto disminuye es uno de ellos. En Ecuador en 2012 el Ministerio de Relaciones Laborales (MRL) formó una red de empresas que la integran 28 compañías de sectores productivos (38% de servicios, 27% del sector industrial y petrolero, 23% de comercial y 12% de otros) que han emprendido estrategias para evitar el contrato de niños por parte de sus proveedores.
Según María del Carmen Velasco, gerenta del Programa de Erradicación del Trabajo Infantil del MRL, la relevancia de la red de empresas es que estamos cambiando las maneras de hacer negocio de forma respetuosa hacia los niños y los adultos, como dar mejores condiciones de trabajo a los adultos. Este año la red logró certificar a más de 12.000 personas, entre distribuidores, proveedores en conocimientos normativo y sensibilización hacia esta problemática.
Para Mónica Torresano, de la Unicef, la labor que hacen las empresas puede disminuir el trabajo infantil, primero a través de la observancia irrestricta del marco legal sobre el tema, no solo en la empresa en sí misma, sino en promover su cumplimiento en la cadena de valor. Explica que dado que el trabajo infantil tiene una causalidad variada, las empresas pueden desarrollar varias acciones, como generar espacios de trabajo digno para adultos, fomentar el desarrollo integral de los colaboradores, impulsar prácticas como flexibilidad laboral, integración del trabajo y la familia, etc.
“La riqueza de la red es que las empresas miembro son de varios sectores de la economía que pueden trabajar junto con el Estado y la sociedad civil para contribuir a la erradicación del trabajo infantil”, dice.
Movistar ha impulsado de forma independiente y como parte de la red varias acciones. Dagmar Thiel, directora de Relaciones Institucionales de la empresa, indica que mediante la red se han establecido políticas como que en las cláusulas de contratación a los proveedores haya penalidades en caso de contrato a niños, además se hacen evaluaciones para verificar que en su cadena de suministro no tienen trabajo infantil, “de detectarse un caso, es motivo de acabar con el contrato”.
Hace unos años identificaron en la cadena de suministro de servicio un caso de un empleado que daba mantenimiento al edificio y un fin de semana acudió acompañado de su hijo y un sobrino que lo ayudaron en el trabajo. Esto fue suficiente para que perdiera el contrato.
Dagmar Thiel recuerda que en el 98 cuando empezaron a abordar esta problemática el índice de trabajo infantil era de más de 35%. “Ecuador ha dado pasos gigantes en la reducción del trabajo infantil y hoy está en 8,6%. Esta red, que es un trabajo en conjunto público-privado con políticas claras sumado a mejores prácticas para prevenir este problema en el trabajo formal, ha dado grandes resultados”.
La Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito (Epmaps) también participa en la red. Según Coralia Zárate, jefa de Responsabilidad Social (e) de la Epmaps, han trabajado en la sensibilización sobre la erradicación del trabajo infantil y se ha certificado a 350 empleados de la empresa, quienes han sido capacitados en talleres sobre este tema.
Añade que aunque no han detectado ningún caso de niños en condiciones de trabajo para prevenir que esto ocurra supervisan a los contratistas, se verifica que no haya presencia de trabajo infantil en las obras que ejecutan en la empresa. Eso ya es un éxito significativo, puesto que es el único punto de la cadena de valor en el que podrían darse estos casos.
Torresano dice que las diferentes estrategias por parte de las empresas ha implicado una inversión de cerca de $ 15,5 millones que ha beneficiado a 179 niños, niñas y adolescentes. Más del 70% de esta inversión ha realizado Movistar-Telefónica con su programa de Proniño.
En este año, Torresano asegura, la red de empresas avanzará en varios frentes. El primero es implementar procesos de sensibilización en la empresa, desarrollar proyectos articulados, habrá apoyo de varias empresas de la red en la reducción de rezago educativo. Además, que se replique este modelo en otros países.