La iglesia de la Virgen de Las Lajas, Cooperativa Proletarios con Tierra en el Guasmo Sur, fue el escenario en donde se realizó un show cómico teatral que abordó el tema de los refugiados en el país.

La obra cuenta la historia de un joven colombiano que se ve obligado a huir de su país para salvar su vida de la violencia directa que lo amenaza.

Mediante un sketch, música al ritmo de marimba, danza y presentación de títeres para los niños se llevó acabo la obra sobre la difícil situación que actualmente atraviesan los afrocolombianos.

Sonia España, representante del Comité de los Derechos Humanos (OACDH), en el Ecuador, manifestó que el evento es un festival de teatro hecho por la comunidad de afrocolombianos que habitan en el sector hace más de diez años.

“Cerca de 59.000 personas en calidad de refugiados se encuentran en todo el país. Ellos sufren discriminaciones y muchos de estos colombianos no conocen sus derechos”, indicó España.

La representante sostuvo que el evento fue organizado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ACNUR) y el OACDH en cooperación con las comunidades. También se presentó la obra "Sueños de payasos" y los sketches realizados por escuelas del arte folclórico afro, como Raíces Negras. 

Además se observaron coreografías del grupo Cultural Sra. Cleotilde Guerrero (dirigido por Jimmy Simisterra). Las palmadas del público no cesaron hasta el final del evento. "A través del teatro se dan mensajes y se puede tratar el tema desde otro punto de vista", sostuvo Simisterra. Ecuador es un país solidario y la lucha no termina cuando se tiene un problema serio, allí empieza una nueva oportunidad. Siempre se da apoyo, capacitación, para seguir adelante, agregó.

Teresa Larreta, delegada de raíces negras, expresó que está contenta por el apoyo que ofrece la comunidad. "Esto es un festival de la vida, la interculturalidad y la hospitalidad". Larreta hizo un llamado a los representantes del Gobierno Nacional para ayudar a los refugiados que se encuentran en las diferentes partes del país.

Dani Herrera, asesor del grupo juvenil "Vivos por Dios" de la comunidad de la Iglesia, dijo que ellos son personas de escasos recursos y pide ayuda para los niños  que necesitan educación de modo  que aprendan a leer y escribir. "Más de 100 personas no tienen educación", indicó el líder juvenil. La obra refleja el trajín diario que vive la población refugiada en la ciudad y presenta una imagen más real y humana.