Apenas el 10% de las mujeres se inclina por una carrera en ingeniería en Ecuador. En Estados Unidos el índice sube al 29%. Dentro del grupo, la opción de ingenieras en minas y petróleos es aún menos demandada entre las jóvenes. Carol González es la excepción. Ella tomó  la oportunidad y hoy estudia en la Politécnica de Guayaquil.

Fue  la última en inscribirse al concurso de conocimientos Petrobowl, y para sorpresa de ella resultó ser la primera en ser nombrada entre los 5 estudiantes de la carrera de Ingeniería en Petróleo de la FICT de la Espol, que participarán en el concurso regional Qualifer en Quito.

La joven nacida en Zaruma, El Oro, cuenta que siempre se interesó por estudiar una carrera de campo. Cuando cursaba el colegio recuerda que la llevaron a visitar las minerías. “No me gustó tener que entrar en esas cuevas oscuras porque sentía como claustrofobia. Elegí la carrera de Ingeniería de Petróleo porque veía que había más oportunidades. Había escuchado que en el país no tenía mucha competencia”.

Supo que no estaba equivocada de carrera cuando recibió las clases de las técnicas de extracción. “Cuando ingresé a primer semestre dudé de quedarme porque escuchaba que era una carrera dura, especialmente para las mujeres. Pero cuando recibí la materia de introducción a la Ingeniería en Petróleo decidí que esa era mi profesión. Me enseñaron las técnicas de extracción y los conceptos que se aplican”.

Precisamente, sus conocimientos fueron puestos a prueba con el Petrobowl Interno que el mes pasado se desarrolló en el aula satelital del centro de estudios. “En realidad tenía miedo, no quería participar porque como yo estaba  en séptimo semestre sentía que no tenía los conocimientos necesarios para ello, porque habían chicos que estaban en un nivel superior; pero una compañera me animó para que nos inscribiéramos juntas. Fuimos solo 5 mujeres de 15 chicos que dieron el examen”.

Carol pasó a la segunda fase del concurso junto con otros 9 chicos y tomó como un reto ir a la segunda etapa porque no dominaba el inglés, no lo hablaba fluido.

Allí volvió a demostrar que por sus conocimientos se merecía un lugar. Narra que la mañana de las rondas de 100 preguntas estaba muy nerviosa, porque pensaba que iba a salir mal. “Cuando llegué los vi a todos estudiando, y no hice lo mismo porque se me olvidaría. Se me pasaron los nervios cuando me senté. Pensaba que ya no iba a pasar porque sus respuestas eran más acertadas. Con certeza sabía que 2 preguntas las respondí mal”.

Volvió a ser sorprendida cuando el jurado la nombró junto con los otros 4 estudiantes que también se ganaron un puesto: Juan Diego León, Marco Jácome, Felipe España y José Antonio Castillo.

Ahora lo que se viene, dice Carol, es la preparación durante más de 2 meses, pero luego de que finalice la semana de exámenes.

Junto con la Espol hay otra universidad que representará al país en el Petrobowl regional, señala Estefi Batallas, presidenta de SPE-ESPOL.

Se trata de la Universidad Politécnica Nacional, cuyo equipo viajará durante 15 días para prepararse con la Espol. “La preparación es importante, porque la mecánica del concurso regional mide los tiempos de respuesta. Gana la mente más rápida, el que pulsa más rápido el botón”, dice Estefy.

Agrega que en el Petrobowl, que se desarrollará del 16 al 18 de noviembre en Quito, durante la Conferencia de Ingeniería de Petróleo para América Latina y el Caribe 2015, LACPEC, participarán universidades de México, Venezuela, Brasil, Colombia, República Dominicana y otros. De ahí saldrá el equipo que competirá en Dubai.

El Petrobowl es un certamen mundial que surgió hace 14 años. Su objetivo es la participación entre diferentes universidades de todo el mundo, representadas por los capítulos estudiantiles de cada sección. Se trata de una competencia en la que se reconocen los conocimientos y habilidades, ya que la mecánica del juego consiste en ser los primeros en responder de forma correcta una serie de preguntas referentes a la industria del petróleo y gas.

Para Carol será una oportunidad para intercambiar conocimientos con los participantes. “La experiencia del Petrobowl me va a ayudar mucho a relacionarme con otros estudiantes, conseguir quizas pasantías. Con suerte todo se puede lograr”.

A la joven de Zaruma, que es hija de una profesora de matemáticas y   de un comerciante, le inquieta su futuro frente a la caída del precio del petróleo.

“Es una situación difícil, pero sabemos que no es la primera vez que ha sucedido esto. Espero que en los siguientes años mejore. Al culminar la universidad pienso estudiar una maestría. Sé que tendré más ventajas si obtengo un título de cuarto nivel. Me gustaría estudiar en Europa. Ese es mi futuro y me he preparado por 5 años”. (I)